1 de enero de 2009

EL ÚLTIMO VIAJE DE ANTONIO MACHADO





Es bárbara la guerra y torpe y regresiva;
¿por qué otra vez a Europa esta sangrienta racha
que siega el alma y esta locura acometida?
¿Por qué otra vez el hombre de sangre se emborracha?


ANTONIO MACHADO


"Unos días antes de su muerte y en su amor infinito a la naturaleza, me dijo ante el espejo, mientras trataba en vano de arreglar sus desordenados cabellos: “Vamos a ver el mar”. Ésta fue su primera y última salida. Nos encaminamos a la playa. Allí nos sentamos en una de las barcas que reposaban sobre la arena.
El sol del mediodía nos daba casi calor. Era en ese momento único en que se diría que el cuerpo entierra su sombra bajo los pies.
Hacía mucho viento, pero él se quitó el sombrero que sujetó con una mano en la rodilla, mientras la otra mano reposaba, en una actitud suya, sobre la cayada de su bastón. Así permaneció absorto, silencioso, ante el constante ir y venir de las olas que, incansables, se agitaban como bajo una maldición que no las dejara nunca reposar. Al cabo de un largo rato de contemplación me dijo señalando a una de la humildes casitas de los pescadores: “Quién pudiera vivir ahí tras una de esas ventanas, libre ya de toda preocupación”. Después se levantó con gran esfuerzo y andando trabajosamente sobre la movediza arena, en la que se hundían casi por completo los pies, emprendimos el regreso en el más profundo silencio. "

JOSÉ MACHADO ,ÚLTIMAS SOLEDADES DEL POETA ANTONIO MACHADO

Collioure, vídeo documental “Machado última memoria”


Hace unos días terminé de leer Ligero de equipaje, una biografía del hispanista Ian Gibson sobre ANTONIO MACHADO editada por Aguilar. Esta obra bien documentada, que consigue atrapar al lector, va desgranando con rigor la trayectoria vital – sin olvidar la literaria - del poeta: (1875- 1907: Infancia y juventud : Sevilla, Madrid y París ),(1907 – 1919: Soria y Baeza) y (1919- 1939:traslado a Segovia y Madrid, estallido de la Guerra Civil, evacuación a Valencia y a Barcelona; exilio y muerte en Colliure).
La aguda , y a veces conmovida, mirada de Gibson ,nunca perdida entre la niebla, nos va presentando a un hombre y a un poeta profundo, reflexivo y tolerante, pero también combativo ante la defensa y atropello de sus ideales cuyas raíces hay que buscar en la tradición familiar, en el liberalismo humanista de la Institución Libre de Enseñanza. El compromiso ético y social que asumió Antonio Machado hasta su muerte al final de una guerra incivil como fue la guerra española,influirá como referente moral (antes que poético) en la rehumanización de la poesía española anterior y posterior al 39.


“Amargo el caminar, porque el camino pesa en el corazón. ¡El viento helado! / y la noche que llega, y la amargura de la distancia…", estos versos premonitorios de Soledades. Galerías. Otros poemas (1907) ilustran claramente la última etapa del autor durante los tres años que duró la guerra, años dolorosos por tener que asistir al desmoronamiento de la República a la cual defendió como intelectual comprometido. Tras el asesinato de García Lorca en 1936, Antonio Machado, amenazado de muerte en varias ocasiones, tiene que abandonar Madrid (aconsejado por varios amigos,entre ellos Alberti y León Felipe) con un grupo de intelectuales trasladados por el Gobierno de la República. Pero antes pronuncia unas últimas palabras de despedida en el homenaje que el Quinto Regimiento y el Partido Comunista les ofrecen :” yo no me hubiera marchado; estoy viejo y enfermo. Pero quería luchar al lado vuestro. Quería terminar mi vida, que he llevado dignamente, muriendo con dignidad”.



EL EXILIO : CAMINO HACIA COLLIURE


Vista de Colliure, por Matisse

En Rocafort (Valencia), Machado permanecerá hasta marzo de 1938, posteriormente, siguiendo el rumbo de los acontecimientos bélicos, se dirigirá a Barcelona, allí en Torre Montañer seguirá escribiendo poesía y prosa, además son continuas sus colaboraciones con la revista "Hora de España", La Vanguardia ( reflexiones a través de su apócrifo Juan de Mairena), entrevistas… Ante la caída de Barcelona, el 26 de enero de 1939, Machado y su familia salen en dirección a la frontera de Port Bou. Su hermano José evoca la última noche pasada en Max Faixat : “…El poeta entumecido y agobiado guardaba el más profundo silencio viéndose rodeado de todas esas gentes que como en una última oleada de un baile infernal y en un postrer espasmo de movimiento, recogían sus pobres bagajes de maletas, sacos y bultos de las más extrañas formas para seguir el camino del destierro”. Machado subirá con miles de personas , sísifos errantes ,la difícil pendiente de Els Balitres ( Los Límites). A la caída de la tarde como en un crepúsculo morado, el poeta pasa la frontera por ser “el Valéry español”( tal como anunció Corpus Barga a los guardias franceses). Había empezado la pesadilla del exilio en Collioure, un luminoso pueblo frecuentado por artistas y bohemios ( entre ellos Matisse y Alain Derain).




El poeta muere el 22 de febrero de 1939, en una tarde cenicienta y mustia: “pensando lo que no veía / porque Dios no le miraba, / dijo Abel, cuando moría : / se acabó lo que se daba” (muerte de Abel Martín, su apócrifo filósofo). En un callado y sentido homenaje el féretro de Antonio Machado es llevado a hombros por unos soldados republicanos. Días después, su hermano José encontró en un bolsillo del viejo gabán un arrugado trozo de papel en el que había tres apuntes escritos a lápiz: las palabras iniciales del monólogo de Hamlet (“ser o no ser”); cuatro versos de “Otras canciones a Guiomar” (“yo te daré mi canción / se canta lo que se pierde / con un papagayo verde / que la diga en tu balcón”) y el conocido verso alejandrino: “Estos días azules y este sol de la infancia”. El círculo de la vida y la muerte se había completado mientras el sueño machadiano traspasado por el tiempo volvía a los paisajes del alma :”Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla…”



" CAMPOSANTO EN COLLIURE", de Ángel González


"...Dramático destino / triste suerte/ morir aquí /- paz/ y después... -/perdido, / abandonado / y liberado en un tiempo / ( ya sin tiempo) /de una patria sombría e inclemente /".

***


El poeta LUIS GARCÍA MONTERO en su obra INQUIETUDES BÁRBARAS recuerda su visita a COLLIURE:

" El 22 de febrero de 2007 visité Colliure por primera vez, junto a un grupo de amigos, con ocasión de un homenaje a Antonio Machado. Ángel González ocupaba en el grupo el lugar del maestro. Era algo así, y que me perdone Ángel, como nuestro espacio público de aquellos días, nuestro lugar común , en el buen sentido de la palabra común, un punto de cita y de conversación en los aeropuertos y en las carreteras arañadas por el mar, mientras recordábamos con él las lluvias de la derrota y el homenaje antifranquista que celebró en Colliure, en 1959, con Blas de Otero, Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral, Alfonso Costafreda, José Agustín Goytisolo, José Manuel Caballero Bonald y José Ángel Valente. Aunque era la primera vez que iba al pueblo del sur de Francia, es realidad estaba regresando, yo había estado allí muchas veces. Me expliqué a mí mismo la melancolía de todos nosotros con este poema. Hay poemas que, en los tiempos que vivimos, se parecen demasiado a una tumba. No me resisto a dejar sobre él unas flores rojas, amarillas y moradas. “

…Lo que nos trae aquí,
no es el sol de la infancia.

Los lugares sagrados nos permiten vivir
una historia de todos en primera persona.
Las flores de la tumba de Machado
imitan el color de una bandera,
sagrada por mandato de mi melancolía.

Aquello que perdimos una vez,
y el frío de las manos, la palabra en el tiempo,
el dolor de las vidas que se cortan
en el cristal de los destinos rotos,
descansa hoy, casi desnudo,
en una tumba de poeta.

…Qué difícil la última
soledad de Machado.

La luna llega al mar,
el mar llega a Sevilla,
nosotros a un recuerdo
y a esta pálida
desarmada emoción
de compartir una derrota.

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ:

" Murió del todo en figura, humilde, miserable, colectivamente (...) Pasó así los montes altos de la frontera helada, porque sus mejores amigos, los más pobres y más dignos, los pasaron así "

*******************************


He aquí un tema duro y doloroso: la Guerra Civil y sus funestas consecuencias ( la muerte, la cárcel, el exilio…). La imagen vencida por la pérdida y la enfermedad de Antonio Machado se convirtió en símbolo de los centenares de miles de españoles republicanos obligados al destierro: pensadores, científicos, escritores, artistas y todas las personas que huyeron como en una pesadilla mortal. Esa España peregrina comenzó en 1939 el cruel desarraigo, mientras la España de posguerra permanecía cercada por las ruinas, la miseria, el aislamiento internacional y la represión política y cultural.

"Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres/ (según las últimas estadísticas) /...y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se/ se pudre lentamente mi alma.../ por qué mil demonios de cadáveres se pudren lentamente en el mundo/".


En estos versos del poeta Dámaso Alonso ( Hijos de la ira, 1944) se refleja claramente la angustia existencial de los que tuvieron que padecer el “exilio interior”. Ha pasado el tiempo, se ha acelerado el ritmo de la historia, pero esos más de cuarenta años, aún teniendo en cuenta los cambios y las diferencias, permanecen como un gran ojo temblando en la memoria. Así pues, recordemos y apliquemos la mirada de la objetividad necesaria pero no olvidemos. No se trata de desenterrar rencores y sí de rescatar del olvido a esos hombres, mujeres y niños que aún nos contemplan desde algún recodo del camino. En la novela Sin destino, de Imre kertész , un niño judío vuelve al campo de concentración de Buchenwald, a pesar de que todos le aconsejan que tiene que olvidar los horrores, el niño pregunta “¿por qué? Le contestan “Para poder vivir libremente”. La respuesta del niño es precisa : “Mi experiencia ha sido real y yo no puedo mandar sobre mis recuerdos”.






Pablo Neruda.España en el corazón

(22 de febrero de 2009), setenta aniversario de la muerte del poeta
MACHADO EN LA FRONTERA, artículo de Luis García Montero
http://www.elpais.com/solotexto/articulo.html?xref=20090221elpand_12&type=Tes&anchor=elpepuespand

22 Comentarios:

Ubú dijo...

De poeta a poeta, a verso limpo, declara a súa amizade con Machado aquél que con don Antonio foi faro da seguinte xeración.

A ANTONIO MACHADO

Amistad verdadera, claro espejo
en donde la ilusión se mira!
...Parecen esas nubes
más bellas, más tranquilas...
Antonio, siento en esta tarde ardiente
tu corazón entre la brisa...

La tarde huele a gloria;
Apolo inflama fraternales liras
en un ocaso musical de oro
como de mariposas encendidas...,
liras sabias y puras,
de cuerdas de ascuas líquidas,
que guirnaldas de rosas inmortales
decorarán, un día.

Sí. ¡Amistad verdadera,
eres la fuente de la vida!
...La fuente que a los prados de la muerte
les lleva flores pensativas
en la serena soledad undosa
de sus corrientes amarillas.

Antonio, ¿sientes esta tarde ardiente
mi corazón entre la brisa?

J. R. J. LABERINTO.

MAJO dijo...

Aquí, junto a la línea
divisoria, este día
veintidós de febrero,
yo no he venido para
llorar sobre tu muerte,
sino que alzo mi vaso
y brindo por tu claro
camino, y por que siga
tu palabra encendida,
como una estrella, sobre
nosotros, ¿nos recuerdas?,
aquellos niños flacos,
tiznados, que jugaban
también a guerras, cuando,
grave y lúcido, ibas,
don Antonio, al encuentro
de esta tierra en que yaces.
HOMENAJE EN COLLIURE, JOSÉ AGUSTÍN GOYTISOLO
Uno de "los niños de la guerra" canta a un Machado que iba a influir en la poesía del compromiso.Con afecto

Eulalia dijo...

"Era él, su sombra, no me cabía duda, su sombra triste, declinada, como con pasos de sonámbula, de alma sumida en sí, ausente, fuera del mundo de la calle. ¿Qué hacer? ¿Sería capaz de despertarla, arrojándola fuera de su sueño? (...)
Y ausentándose nuevamente, perdida sombra entre las galerías de sí mismo, lo vi alejarse, ´´mal vestido y triste´´, en la clara mañana estival, calle del Cisne abajo...

misterioso y silencioso
iba una y otra vez..."

Rafael Alberti, La arboleda perdida

Eulalia dijo...

(recogiendo la chinita que amablemente me brinda -sin querer- Ubú, me atrevo a sugerir tímidamente... ¿para cuándo una actualización juanramoniana? ¿conviene esperar primaveras amarillas y dejar pasar los fríos del invierno?)

Eulalia dijo...

Hasta los grandes poetas tienen sus sombras, por llamar de algún modo a este soneto que no suele aparecer en las antologías del poeta que en el mundo han sido:

A LÍSTER, JEFE EN LOS EJÉRCITOS DEL EBRO

Tu carta -oh noble corazón en vela,
español indomable, puño fuerte-,
tu carta, heroico Líster, me consuela,
de esta, que pesa en mí, carne de muerte.

Fragores en tu carta me han llegado
de lucha santa sobre el campo ibero;
también mi corazón ha despertado
entre olores de pólvora y romero.

Donde anuncia marina caracola
que llega el Ebro, y en la peña fría
donde brota esa rúbrica española,

de monte a mar, esta palabra mía:
"Si mi pluma valiera tu pistola
de capitán, contento moriría".

Antonio Machado

PeterPanmaduro dijo...

El silenci i l'art de l'escolta del poeta són també la clau del seu enigma Qui era Guiomar? Quins dies blaus i quin sol de la infància? L'inconvenient d'aquest savi que calla i escolta és que, encara que sigui poeta, sempre ens va poder contar una mica més; però per a això estem nosaltres, per a descobrir i, sobretot, per a imaginar. Un petó M´ria José

María José dijo...

Muy bien recogida esa "chinita" y te prometo que ello será antes que el tiempo ponga amarilla mi fotografía, querida Eulalia.
Mientras tanto sigamos un poco más con don Antonio:

"Desnuda está la tierra,
y el alma aúlla al horizonte pálido
como loba famélica, ¿Qué buscas,
poeta en el ocaso?
¡Amargo caminar, porque el camino
pesa en el corazón!¡ El viento helado,
y la noche que llega, y la amargura
de la distancia!...En el camino blanco
algunos yertos árboles negrean;
en los montes lejanos
hay oro y sangre...El sol murió...¿Qué buscas,
poeta, en el ocaso?"
SGOP.

En este ocaso portador de la desazón existencial una pregunta de imposible respuesta.
Gracias a todos " Del ayer que es todavía". Besos y bienvenido a este PeterPanmaduro, que está como un pan, al que le dedico estos versos: "El sol ha anat daurant
el llarg somni de l´aigua" (Salvador Espriu)

Ubú dijo...

Saúdos para todos e, en especial, para Eulalia porque é sempre un pracer que asome polo CUADERNO.

"(...) ¿No hay algo ya, de humano y colectivo sobre la tierra, con que el poeta pueda identificarse, sin que tema por ello bastardear ese acto de arrebatado amor hacia la profundidad de las cosas? ¿Cómo, poetas españoles, podríamos olvidar el eco que perdura de las palabras de nuestro Machado el recio, cuando nos dijo: "De cuanto se hace hoy en el mundo, lo más grande es el trabajo de Rusia, porque Rusia trabaja para emancipar al hombre, a todos los hombres de cuanto es servidumbre en el trabajo, y esto es lo único que merece cantarse en nuestros días, y acaso lo único que se puede cantar"? Cantar, eso mismo. Porque parece ser que en una parte de la tierra se canta de nuevo. Se está cantando de nuevo la epopeya humana. (...)"
PALABRAS ACTUALES A LOS POETAS, en "Nueva Cultura", número 9, decembro de 1935.

"(...) Si los pensadores del 98, excedidos, se ausentaron de la República, se recluyen, los poetas en cambio se erigieron, casi en su totalidad, en sus defensores y la acompañaron después, como una diadema de fidelidad, en el destierro. Sus dos figuras maestras, Machado y Juan Ramón, cuya vena dispar da en sus inicios un coincidente son becqueriano, morirán en exilio. Don Antonio, apenas atravesados los Pirineos, luego de tres años de producción reflexiva bajo las bombas, que ponía fin a una vida empleada en profundizar la belleza, y la conciencia, españolas. Juan Ramón en ultramar, donde la clara gota constante de su obra logra cristalizar en cima metafísica y a quien, en tristes condiciones de soledad, y de dolencia, le fue concedido el Premio Nobel.(...)"
DRAMA PATRIO. Testimonio 1964.

Querida Eulalia, esta outra chinita tamén está proporcionada sen querer pero agora si que cha brindo.

A propósito do tema que nos ocupa, resulta consolador o diálogo pacífico "inter linguas" que ten lugar nesta entrada. Que nin se desmembra España nin se había de desmembrar daquela.

Ubú dijo...

Os fragmentos anteriores son da autoría do poeta alcoiano Juan Gil-Albert, a quen Cernuda admiraba, e quen como el foi elegante, homosexual e, por suposto, exiliado.

Anonymous dijo...

Reproduzco la cita de Ubú: “Si los pensadores del 98, excedidos, se ausentaron de la República, se recluyen, los poetas en cambio se erigieron, casi en su totalidad, en sus defensores”. Añado: ¿por qué los pensadores se ausentaron de la República? ¿Eran perversos, acaso? ¿Por qué no indagamos en los argumentos de Ortega y Unamuno? Los poetas, como muchos artistas, no suelen brillar por la lucidez de sus análisis políticos. Admiramos la música de Wagner, pero renegamos de sus opiniones antisemíticas. Respetamos a Alberti, a pesar de que durante toda su vida defendió una dictadura. Hagamos una revisión de lo que escribieron poetas y novelistas españoles el último medio siglo sobre el régimen que imperaba Europa central y oriental. Comparemos con lo que pensaban los polacos, checos, húngaros, búlgaros o rumanos: ellos se consideraban bajo una dictadura. ¿Cuántos literatos desde España la calificaron así? Son los pensadores y no los poetas quienes, desde mi humilde opinión, acertaron. ¿Qué sucedió entre el 1936 y 1939? Los malos fueron los republicanos: fue la verdad oficial desde el año 1939 al 1975. Los malos fueron los alzados contra la república: es la verdad oficial que se sostiene en los últimos años. A quienes sostienen cualesquiera de las dos verdades les contestaría con estos versos de don Antonio Machado.
“¿Tu verdad? No, la Verdad
y ven conmigo a buscarla.
La tuya, guárdatela.”
En España durante tres años hubo algo más que un golpe de estado militar, hubo una guerra civil, hermanos contra hermanos, vecinos contra vecinos; y una guerra civil ocurre cuando las dos Españas (así las retrata Machado) trataron de resolver sus conflictos mediante las armas. Y tantos y tan bárbaros fueron unos como los otros. A cualquier masacre que hubo en un bando le puedo contraponer otra en el bando contrario. Quien haya leído La forja de un rebelde de Arturo Barea apreciará la falta de protección de la vida humana, las tropelías y la ausencia de ley que imperaba en el Madrid republicano; no son menores, sino iguales los desmanes cometidos en el otro bando. Cito de nuevo a don Antonio
“Veréis llanuras bélicas y páramos de asceta
-no fue por estos campos el bíblico jardín-;
son tierras para el águila, un trozo de planeta
por donde cruza errante la sombra de Caín.”
Y flaco favor nos hacen a todos, los políticos (y quienes les siguen sus chanzas y simplismos) que descalifican a sus compatriotas, sólo por no pensar como ellos.

Saludos afectuosos de Epi (que sin quererlo le ha salido un discuros demasiado moralista).

María José dijo...

¿Cuál es la verdad? ¿El río,
que fluye y pasa,
donde el barco y el barquero
son también ondas del agua?
¿O este soñar del marino
siempre con ribera y ancla?
ANTONIO MACHADO

Bienvenido, otra vez, a Epi ("hijo pródigo") e insigne del Cuaderno, fervoroso amante de la literatura, que profesa la ciéntífica profesión de hermosos vocablos de la gloriosa estirpe grecolatina. A Epi le dejo estas palabras sobre Ernesto Sábato leídas en un blog :

El mundo (para el científico) se ha ido transformando paulatinamente de un conjunto de piedras, pájaros, árboles, sonetos de Petrarca, cacerías de zorro y luchas electorales, en un conglomerado de sinuosidades, logaritmos, letras griegas, triángulos y ondas de probabilidad”. La diferencia con otros críticos, sin embargo, es que, al haber estado en los dos lados, él aplaude que la ciencia sea así, pues entiende que de ello obtiene su sentido y razón de ser. Escogió el mundo del arte, mas no porque le pareciera mejor que el científico, simplemente porque se encontraba más a gusto. En un texto que aparece en su libro Uno y el Universo, de 1945, Sábato escribe: “A medida que la ciencia se vuelve más abstracta y en consecuencia más lejana de los problemas, de las preocupaciones, de las palabras, de la vida diaria, su utilidad aumenta en la misma proporción (…). El poder de la ciencia se adquiere gracias a una especie de pacto con el diablo: a costa de una progresiva evanescencia del mundo cotidiano. Llega a ser monarca, pero, cuando lo logra , su reino es apenas un reino de fantasmas”. Por más que antiguas, todas sus reflexiones son interesantes para cuantos pretendemos que el pensamiento científico
permee la sociedad.

Ubú dijo...

Aínda que só fora por alusións, Ubú ten que facer algunhas consideracións ó comentario de Epi.
A cita de Juan Gil-Albert, que lle serve a Epi para iniciar a súa disquisición, é unha acotación pesonal de Ubú dun fragmento máis amplo no que, unhas liñas atrás, o poeta abomina das barbaridades dos fanáticos dun e do outro bando e di isto dos pensadores, ós que non desprecia nin moito menos: "Tales desafueros produjeron en el campo republicano, no sólo bajas, sino deserciones importantes. Ortega y Gasset condenó los desmanes y, abochornado, se expatrió. (...) El destino de Unamuno fue, como le correspondía, más trágico. (...) tuvo que oír en su Salamanca, la sede de la ciencia hispánica y cátedra de Fray Luis, gritado por un frenético con espuelas, un ¡Abajo la inteligencia! que, efectivamente, lo mató; postrado en su lecho, tan abochornado como Ortega, sólo que recibido el golpe en carne viva, murió a las dos semanas. (..)" De aí o da ausencia dos pensadores, máis nada.
Acrarada a posición de Gil-Albert, Ubú prosigue. Epi debeuse disgustar ó entender a cita como un ataque ós pensadores e contrataca descalificando ós poetas como analistas políticos, ¿qué dicir? Brillantes pensadores como Heidegger foron adeptos do nazismo e mesmo loubaron a Hitler; na outra banda, Sartre, que foi discípulo de Heidegger, tamén brillante pensador, negou o terror stalinista que estaba a denunciar André Gide, un literato.
Sobre a calificación de "guerra civil" Ubú ten as súas dúbidas. Para empezar non houbo guerra porque os rebeldes non fixeron o máis elemental que é declarar a guerra, requisito recollido en calquera convención, que serve para que a parte atacada se apreste á defensa e poña a salvo á poboación civil. O do 36 foi unha conspiración de meses, con apoio financeiro, un golpe de estado aproveitando a sorpresa, en última instancia unha traición premeditada que deu en enfrontamento fratricida.
En canto á verdade, hai unha cita que di: "A verdade é a verdade, dígaa Agamenón ou dígaa o seu porqueiro" E agora Ubú vai facer de porqueiro porque, admitidas tódalas barbaridades que se queira cometidas nos dous bandos, Ubú non acepta que como consecuencia diso se reparta a responsabilidade da confrontación ó cincoenta por cento. A verdade é que os responsables únicos, os auténticos culpables da desfeita foron Franco e os seus secuaces e non dicir isto con craridade é unha compoñenda e unha irresponsabilidade.

Ubú está seguro que esta réplica non traerá aparellada "a sombra de Caín". Saúdos para todos e a todos pido disculpas por se o comentario tivera un tono panfletario.

MAJO dijo...

—¿Cómo se llama la historia

que está escribiendo tu olvido?

—Se llama buena memoria.

(José Bergamín)

MAJO dijo...

Templado:- ¿Saldremos de este laberinto?
Cuartero:- ¿Qué laberinto?
Templado:- éste en el que estamos metidos.
Cuartero:- Nunca. Porque España es el laberinto. Nos basta para vivir que nos traigan un número decente de jóvenes, cada año como holocausto.
Templado:- Entonces no somos el laberinto sino el monstruo perdido.
Cuartero:- Estamos en el laberinto si prefieres.

CAMPO DE LOS ALMENDROS, MAX AUB

abueloscrisytoño dijo...

Estos comentarios, que formaron este hermoso laberinto, son la sal de una muy buena entrada. Sigo aprendiendo y disfrutando. Un saludo A. Cris

Ubú dijo...

"(...) Cuarenta años más tarde -sigue contando Azorín- se imprime en un Tratado de Estrategia que "es ventajoso todo lo que tienda a aislarnos y que respecto a las puertas que en el Pirineo se han abierto conviene cerrar algunas".
¿Quién le iba a decir al poeta Antonio Machado, que tanto hizo en vida para que esas puertas con Europa estuviesen bien abiertas, que las iba a encontrar tan oscuramente cerradas en los días de su muerte? No quiero evocar tales momentos, siglos debí decir, en que rodeado tan de cerca por su familia, por su pueblo, las únicas puertas que le dejaron atravesar fueron las de su muerte.
(...) Antonio Machado, por el sendero estrecho, el del deber, hacia la difícil cumbre, la de la muerte, salió de su España, de su vida, no como un río que va a dar en la mar, sino como un ensordecedor huracán de llanto que va a dar en la noche.
Quizá sea aquí en donde deba citar las palabras de un gran poeta de América, Pablo Neruda, que así refiere la muerte de don Antonio:
"Y en esta fila amarga, entre los niños hambrientos y las madres heridas, miro antes de morir, a este caballero, a esta apostura de encina y piedra tocada por la nieve, a este héroe de una profunda España, que es ahora sólo un estremecimiento, sólo una cuchillada en la sangre, sólo una semilla en la frente de todos los hombres."

Manuel Altolaguirre. ANTONIO MACHADO (1939), nos seus Estudios Literarios.

Manuel Altolaguirre, o poeta, o impresor, o crítico, o traductor..., español ó cal, non unha, as dúas Españas xeáronlle o corazón coa morte de dous dos seus seres máis queridos que, a vida éche así, levaban o mesmo nome: Federico.
Un foi o poeta Lorca, grande amigo, executado polos "nacionales"; o outro era o seu irmán, eliminado polos "rojos".

Eulalia dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=_yZjB7spFSg&feature=related

Ubú dijo...

¡Querida Eulalia! ¡Bos ollos te lean! Non te nos vendas tan cara e frecuenta un pouco máis o CUADERNO, muller. Porque supoño que es ti, ¿non?
Xa pasaréi polo yotube e xa comentaréi.
Un saúdo considerable.

Ubú dijo...

Para Eulalia.
Con ese código non consigo nada, ¿non terá o tal vídeo un título concreto co que topalo?
Un saúdo.

Ubú dijo...

Querida Eulalia, xa conseguín mirar o vídeo coa súa carga de emoción desbordada e deixo de seguida un poema a xeito de complemento.

VIDAS DE LOS POETAS

En la poesía no hay final feliz.
Los poetas acaban
viviendo su locura.
Y son descuartizados como reses
(sucedió con Dario).
O bien los apedrean y terminan
arrojándose al mar o con cristales
de cianuro en la boca.
O muertos de alcoholismo, drogadicción, miseria.
O lo que es peor: poetas oficiales,
amargos pobladores de un sarcófago
llamado Obras Completas.

Do libro IRÁS Y NO VOLVERÁS, de José Emilio Pacheco.

Para don Antonio, claro, e para Juan Ramón, Miguel, Federico...

Ubú dijo...

ANTONIO MACHADO ANTE EL DESTIERRO. DETALLES INÉDITOS DE SU SALIDA DE ESPAÑA

"En un artículo de colaboración, de esos que las agencias reparten a numerosos periódicos americanos, bajo el título de "Antonio Machado en París", se recoge, una vez más, la especie vulgarmente propalada de que Machado, al terminar la guerra civil, salió de España en el mayor abandono, "traicionado por los suyos", no tiene inconveniente en escribir el historiador Melchor fernández Almagro, autor de dicho artículo. Para hacer tan extrema afirmación, éste se basa, según dice, en un escrito publicado en París como contribución a un homenaje que, por lo visto, han rendido a Machado, y del cual escrito nos da a conocer las siguientes líneas: "El 29 de enero de 1939, a pie, sin dinero, sin equipaje, con su anciana madre de ochenta y ocho años, bajo helada lluvia, Machado atraviesa la frontera. Enfermo, no sale de su cuarto en un hotel de Collioure, nada más que para pasear un poco por la playa". Si el escrito no añade otras precisiones sobre este punto, no se puede sospechar de dónde salen las consecuencias de abandono y traición. ¿Cómo podía estar él traicionado y abandonado, sin equipaje y sin dinero, en el hotel de un puerto turístico del Mediterráneo?
No sé lo que se habrá dicho en ese homenaje de París. Otras veces se ha dicho, incluso, que Machado murió en un campo de concentración. Y esto no ya por pasión política ni mucho menos por mala intención, sino porque producir patrañas es una de las funciones naturales del hombre en todos los campos políticos y sociales. La función del historiador debiera ser deshacerlas; pero, como los historiadores son hombres, lo que suelen hacer es prestar a las patrañas el supuesto valor histórico. Por eso la historia se halla tan desvalorizada. La memoria de Antonio Machado y un deber de lealtad que debe sentir todo ciudadano de la república de las letras españolas, en América más aún, si es posible que en España mismo, me obliga, ahora que tengo oportunidad de restablecer la verdad de los hechos, dejándome de historias, sencillamente como testigo de vista y de oídas, pues fui uno de los que salió con Machado al destierro.
Mucho antes de que terminara la guerra, pudo salir con su madre al extranjero. No quiso abandonar a su numerosa familia de sobrinos. Estaba en Barcelona cuando se inició la última ofensiva franquista en Cataluña y fue trasladado a no sé exactamente qué lugar cerca de Gerona. (...) Allí había un buen golpe de profesores y estaba Antonio Machado con su madre, su hermano José, el pintor, y la mujer de éste. Estaba sentado, bebiendo una taza de leche condensada que no acababa de diluirse en el agua por más que él la removía con la cucharilla antes de cada sorbo. (...) Machado tenía su inseparable bastón entre las piernas. Nos pusimos a hablar tranquilamente, como en un café madrileño de su época, y me hizo reir contando, con la seriedad andaluza, casos y cosas de aquel Madrid. De Valle-Inclán, a quien he conocido tan íntimamente, me contó anécdotas que yo no sabía, las más sabrosas, pero añadiendo siempre: "Tenemos que dejarnos de hablar así de Valle-Inclán, su obra está pidiendo a gritos que hablemos de ella y de él muy en serio". Ni mientras esperábamos en la masía ni luego en la expedición, aquella misma noche y al día siguiente, habló de la guerra y de la situación en que nos encontrábamos si no era provocado por alguna pregunta, y contestaba brevemente y como de pasada, volviendo a la conversación que llevaba sobre temas de la vida y las letras. Casi un día entero tardamos en automóvil de la masía gerundense a la frontera. En tiempo normal, en el mismo vehículo, hubiera sido un corto paseo.
(...) Llegados sin embargo a la raya de Francia, en lo alto de la carretera de Port-Bou a Cerbère, una fila de los vehículos, una fila de soldados franceses no permitía el paso de los vehículos. Estaba cayendo la tarde, llovía, y les dijimos a Machado y a su madre que nos aguardaran en el automóvil. Nos acercamos a la caseta donde se encontraba el comisario de policía francés dirigiendo las operaciones para manejar el río humano de España que se vertía en Francia. Penetré yo en su despacho porque, como había vivido tanto en París, pude presentar todavía mis papeles en regla. Le dije quién era Machado y le rogué que tuviese junto a su buena chimenea de leña a Machado y a su madre mientras yo y mis amigos bajábamos a Cerbère, que no está cerca, a buscar un carruaje cualquiera para trasladarnos. El comisario me contestó que no necesitábamos molestarnos, pues irían en su automóvil. Así ocurrió. Antonio Machado, con su madre, su hermano y su cuñada, pasó la noche en la estación de Cerbère, en un vagón de ferrocarril. Llevaba equipaje. No tenía moneda francesa. Al día siguiente tuvo moneda francesa y una carta del ministro de Estado de la República española que le trajo de Perpiñán Navarro Tomás, en la cual el ministro le tomaba a su cargo todos los gastos de él y su familia.
(...) Machado no fue a París porque no quiso. Guardaba cierto recelo fisiológico a la capital de Francia desde que su mujer contrajo en ella la enfermedad que la mató y por ende influyó tanto en la vida y en la obra del poeta.
Prefirió quedarse en un pueblecito del Mediodía. Entonces lo conduje yo a Collioure, delicioso puerto de pesca del Mediterráneo, conocido de los pintores y visitado por los turistas. En Collioure no tuvo más remedio que entrar a pie. Estaban arreglando el suelo en la avenida de la estación. Pero él podía andar apoyado en su bastón, arrastrando los pies más que de costumbre. El problema estaba en su madre, la viejecita, porque el otro hijo cargó con el equipaje. No era difícil la solución. La cogí en mis brazos, pesaba como una niña, y mientras la llevaba me susurraba en el oído: "¿Llegamos pronto a Sevilla?" No sé si bromeaba, a su vez, en serio o si había vuelto en imaginación a su juventud, cuando era una madre feliz en la capital de Andalucía. Tal es la realidad, no digo histórica, desde luego verdadera, de la salida de Antonio Machado al destierro. Vulgarmente parecerá prosaico. Tiene más poesía y es más tensa que el lirismo barato y el melodramatismo fácil de imaginar al poeta en el destierro traicionado y abandonado. De seguro, Melchor Fernández Almagro, cuya amistad recuerdo con simpatía, me agradecerá estas noticias, que le permitirán rectificar esa equivocación poco favorable a su prestigio y al crédito de su conciencia de historiador. Sólo cabe explicarse por la ofuscación de las pasiones sectarias que él achaca a los otros, el que haya aceptado sin las comprobaciones más elementales una versión tan burda." (...)


A cita é longa mais coido que oportuna e proveitosa. O texto, que é de Corpus Barga como e con Machado exiliado, apareceu en ADELANTE, en México en 1956.

Ubú dijo...

Unha lembranza enternecida do poeta cívico na que, ó mesmo tempo, se constata a perda actual de compromiso.

ESTÁ BIEN ALLÍ, según se entra al pequeño cementerio, a la derecha, pero muchos de los muertos que le rodean, aunque hermanos hasta la eternidad, pertenecen a otras guerras.
Antonio Machado está bien allí con su madre de nuevo, como al principio, bajo los árboles y las montañas de flores frescas que los españoles con memoria le llevan cada día, y se le nota que está bien en el retrato que corona la humilde sepultura, pues guarda, después de tantos años, un asombroso parecido con él. Antonio Machado está bien allí, en el pequeño cementerio de Colliure, donde el tiempo, con toda seguridad, se ha detenido. En los panteones arrimados a los muros descansan las añejas familias catalanas de la localidad, en tanto que esparcidos por el suelo se hallan los soldados de ambas guerras con la escarapela tricolor, souvenir françoise, prendida en la lápida. Hay víctimas del naufragio de la Marie-Thérèse, adolescentes suicidados y pintores vagabundos que recalaron un día en Colliure y ya se quedaron allí a esperar la muerte. Los que no estamos bien, aquí, somos nosotros.
El cadáver de Antonio Machado y de su anciana madre nunca podrían regresar a España porque, en primer lugar, los muertos no regresan, y en segundo, porque ¿cómo volver al lugar donde los autores de su muerte han exhibido en la solapa, hasta ayer mismo, las condecoraciones obtenidas merced a ese y a tantos otros crímenes? Están allí, protegidos de la Tramontana por los nichos circundantes y del sol por los altos y tupidos árboles del cementerio. Tanto se ha detenido el tiempo en ese lugar remoto que los ramos de flores rojas, amarillas y moradas no se marchitan nunca.
Por lo demás, Antonio Machado es uno de los pocos muertos del mundo que recibe regularmente la correspondencia en el buzón instalado en su tumba, y se trata, además, de un correo envidiable: niñas de BUP que le envían amorosos recados con su letra redonda. Cuando ellas se sientan sobre su tumba, exactamente igual que lo harían en el pupitre de la clase de la que él fuera profesor, para escribirle la carta, los padres aprovechan para conversar con el viejo anarquista barcelonés republicano que se sienta a leer todas las tardes junto al sepulcro del santo. Se habla de todo a la española, en voz alta, y ése es, tal vez, el único lugar de este país donde, pese a no serlo, se debate con viveza y se rinde culto a la verdad.
Está bien allí, entre caídos en la batalla del Marne y viejos bodegueros con la cabeza al revés por la Tramontana, Antonio Machado. Está bien allí con el retrato que se le parece y con su madre de nuevo, como al principio. Los que no estamos bien, aquí, somos nosotros.

Rafael Torres. La Tumba de Antonio Machado.

Morriña polas voces solidarias.

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