6 de enero de 2010

"AQUELLA GENERACIÓN" ...

Cuando cierro los ojos, los recuerdo a todos en bloque, formando conjunto, como un sistema que el amor presidía. Dámaso Alonso


Mi nostalgia de aquellos días se complace en rememorar los coloquios entre aquellos amigos. Éramos amigos, y con una comunidad de afanes y gustos que me ha hecho conocer por vía directa la unidad llamada "generación". Pedro Salinas y yo, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre. Y Pepe Bergamín, y Melchor Fernández Almagro...Menciono a los sentados tantas veces alrededor de mesas más amistosas aún que intelectuales. Mediada la comida, ya era Federico el centro de la habitación, y no de la escena, porque nada artificioso se interponía entre aquellos comensales, que alternaban o superponían su tiroteo verbal. Allí no había comparsas. Melchor, tan circunspecto cuando escribe, tan nervioso y pigmentado cuando habla; Bergamín, para quien no ir ensartando sutilezas- y sin parar- sería vicio contra natura; Alberti, el más joven y ya dueño de una perfecta maestría ; Vicente Aleixandre, correctísimo, que aporta un sol rubicundo y lo regala, siempre generoso; Dámaso, formidable esdrújulo, ¡DÁMASO!, no hijo de la ira, que en la hora alegre es el más alegre. ¡Cómo se divertían juntos Dámaso y Federico!...Y Salinas, nada don Pedro, con su humor madriñelísimo, humano como ninguno; a todos entiende y con todos se las entiende muy bien.

Otros nombres relevantes habría que subrayar- de Juan Larrea a Pedro Garfias- si esta enumeración, limitada a ciertos momentos de mesa y sobremesa, se conviertiese en manual de Historia. No sería posible dejar fuera del cuadro a tres ausentes de algunas de aquellas reuniones en Madrid: Luis Cernuda, Emilio Prados, Manuel Altolaguirre. ¡Exquisitos andaluces! ( era durante la hegemonía del Sur). Luis Cernuda, con voz tan personal desde su primera obra; Emilio Prados, en carne viva, en alma viva a flor de piel, dentro de su soledad no falsificada. Y ese fantástico Manolito, que parece soñar cuanto más vive y se desvive; y ninguno con más biografía que él. ¡cuántos poetas! Los unen afinidades no del todo electivas. Pero ¡qué diferentes! Hélos juntos- con ocasión de la comida en que se festeja a Luis Cernuda- el 20 de abril de 1936. Quien ofrece el homenaje es Federico; no podía ser otro el rector de aquellos ágapes de amistad y poesía: "Entre todas las voces de la actual poesía española, llama y muerte en Aleixandre, ala inmensa en Alberti, lirio tierno en Moreno Villa, torrente andino en Pablo Neruda, voz doméstica entrañable en Salinas, agua oscura en gruta en Guillén, ternura y llanto en Altolaguirre, por citar poetas distintos, la voz de Luis cernuda erguida suena original, sin alambradas ni fosos para defender su turbadora belleza"... J. Guillén, "Federico en persona".

¿Aquel momento ya es una leyenda? J. Guillén



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