28 de abril de 2011

EL CABALLERO DE LA TRISTE FIGURA



Escultura de CARMEN PERNAS. Terracota



"Soberana y alta señora:


El herido de punta de ausencia, y el llagado de las telas del corazón, dulcísima Dulcinea del Toboso, te envía la salud que él no tiene. Si tu fermosura me desprecia, si tu valor no es en mi pro, si tus desdenes son en mi afincamiento, maguer que yo sea asaz de sufrido, mal podré sostenerme en esta cuita, que además de ser fuerte es muy duradera. Mi buen escudero Sancho te dará entera relación, ¡Oh bella ingrata, amada enemiga mía!, del modo que por tu causa quedo. Si gustares de socorrerme, tuyo soy; y si no, haz lo que te viniere en gusto, que con acabar mi vida habré satisfecho a tu crueldad y a mi deseo.

Tuyo hasta la muerte,
El Caballero de la Triste Figura".

Don Quijote, Parte I, CAP. XXV. CARTA DE DON QUIJOTE A DULCINEA

Blog de la escultora: http://www.paraarte.blogspot.com/


25 Comentarios:

Ubú dijo...

"¡Gran invención, precioso hallazgo, la carta!
(...) Yo sostengo que la carta es, por lo menos, tan valioso invento como la rueda en el curso de la vida de la humanidad. Porque hay un tipo de comercio, o de trato, el de los ánimos y las voluntades, muy superior al comercio de las mercancías y de las lonjas.

(...) No es que el que vaya a empezar una carta íntima se vea al borde de una obra maestra o un fracaso abismal, no. Es que va a manifestar lo que siente o piensa, y se encuentra con que eso del lenguaje es más complicado de lo que parecía. Está allí el idioma, esperando en una equívoca actitud, como la del subordinado ante su dueño: le va a servir, a obedecer, es cierto, pero al propio tiempo aguarda a ver si sabe mandarle (...)
Y esa súbita conciencia de que se es usuario de los bienes incalculables de un idioma le infunde un desasosiego, hijo del temor a emplear malamente los caudales que maneja.
Ya se ve, pues, todo lo que lleva aprendido el buen escritor de cartas: la conciencia de la valía de una lengua, y con ella, el hermoso sentido moral del comprometerse, de asumir la responsabilidad del recto uso de las riquezas que se le fían."

Pedro Salinas. DEFENSA DE LA CARTA MISIVA Y DE LA CORRESPONDENCIA EPISTOLAR.

Ubú dijo...

"Su autor es caballero sin par, Don Quijote de la Mancha; su destinataria, menos aún que un personaje de novela, la sombra de un personaje que nunca llegó a ser, un fingimiento, Dulcinea; el correo, un alma de cántaro, entreverada de purísimas malicias, Sancho Panza. ¿Será perdido el rato que echemos en esbozar la biografía de esta carta y seguirle los pasos por las páginas del Quijote?."

A tal carta é a que figura nesta entrada e quen así se expresa é o profesor Pedro Salinas pouco antes de embarcarse nun traballo sobre a que el califica como " la mejor carta de amores de la literatura española".
Nunha vintena de páxinas sen desperdicio, Salinas realiza un estudio intensivo das circunstancias anteriores e posteriores á escritura da misiva no que nos descobre a mestría de Cervantes no manexo da lóxica do absurdo. Un traballo que fecha o poeta con este párrafo admirativo: " (...) ¿Habrá dentro de las muchas hermosuras insertas en la magna hermosura del Quijote alguna comparable a la historia de esta carta? Arabesco exquisito, tracería sutilísima de arte barroco, retozo, que empieza siendo del ingenio, se va descubriendo, poco a poco, con pasmo y maravilla del espectador en tremendo, imponente juego del genio. Porque en este episodio que quise destacar del cuerpo del Quijote están presentes todos los misterios y claridades de la novela entera, todos los descubrimientos y encubrimientos del alma impareja de su autor. Menuda es la gota de agua, y esto de la carta, episodio, nada más. Pero en la reducida, graciosa forma de la gota, la vista siente ya la esencial virtud de su elemento, la maravilla entera del agua."

Unha carta brevísima, pois, que dá moito de si.

Anónimo dijo...

Rey de los hidalgos, señor de los tristes,
que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión,
que nadie ha podido vencer todavía,
por la adarga al brazo, toda fantasía,
y la lanza en ristre todo corazón.

Noble peregrino de los peregrinos,
que santificaste todos los caminos
con el paso augusto de tu heroicidad,

Ruega por nosotros, hambrientos de vida
con el alma a tientas, con la fe perdida,
llenos de congojas y faltos de sol,

Ruega, generoso, piadoso, orgulloso;
por nos intercede, suplica por nos,
pues casi ya estamos sin savia, sin brote,
sin alma, sin vida, sin luz, sin Quijote,
sin pies y sin alas, sin Sancho y sin Dios.

De tantas tristezas, de dolores tantos,
de los superhombres de Nietzche, de cantos
áfonos, recetas que firma un doctor,
de las epidemias, de horribles blasfemias,
de las Academias,
líbranos señor.

Ora por nosotros, señor de los tristes,
que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión,
que nadie ha podido vencer todavía,
por la adarga al brazo, toda fantasía,
y la lanza en ristre todo corazón.

El autor de esta sublime letanía dialoga con el Divino Marqués en la escena decimocuarta, dos después de la del famoso callejón del Gato.

Epi

PD. Pasaba por aquí y la tentación fue más fuerte que yo.

María José dijo...

"...Él rogó a nuestro señor Don Quijote, en unas inmortales letanías,nos salvase de todas las injusticias, de todos los horrores retóricos alrededor del pobre Don Miguel de Cervantes y su pálido héroe, habiendo podido, de no haber muerto tan pronto, condenar todo este siglo de catástrofes, de guerras ya pasadas y por llegar, ahora que comienza el atardecer de este siglo, del que él sólo pudo asistir al alba. ¡Campanas y palomas para Cervantes y Rubén..." RAFAEL ALBERTI, Discurso, Premio Cervantes 1983.
.............................

RUBÉN.-¡"Admirable filosofía de hidalgo español! ¡Admirable! ¡Marqués, no hablemos más de Ella!".

Coincido con este caminante, que a la hora del reposo,se deja tentar por la sublime imagen del caballero enamorado, un fino enamorado, y recojo los últimos versos:

"...Ora por nosotros, señor de los tristes,
que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión,
que nadie ha podido vencer todavía,
por la adarga al brazo, toda fantasía,
y la lanza en ristre todo corazón".

Un saludo afectuoso, María José

Ubú dijo...

Por seguir tirando proveito da ladaíña, eu insistiría en "Ruega por nosotros,hambrientos de vida/con el alma a tientas,con la fe perdida,/llenos de congojas y faltos de sol" como versos apropiados para este tempo de indignación ou indignidade.

Sería desexable que a tentación vencera máis a miúdo a Epi.
Un saúdo.

Anónimo dijo...

Querido amigo Ubú

Neste tempo de indignación ou indignidade:

“Tal vez necesito recuperar lo que con los años voy perdiendo y que prevalece sobre las aflicciones, inseparables suyas: la Ilusión, esa bella, altiva e ingenua Ilusión que fue la antorcha de mi vida, en medio de la bruma, y que el Tiempo cruel sopla y apaga. De ilusiones vivimos, demasiado lo entendí. Y yo gocé el privilegio de que la ilusión, desde que abrí los ojos, fuese mi nodriza. Hoy, saturado de ancianidad me percato de que me esquiva, de que no anda conmigo ya, radiante, como en mi juventud. Su fuego me falta y su ausencia entorpece mi cuerpo frío. Quizás escriba para ver si de este modo, atizando cenizas en pos de una brasa, logro recobrar, como un diamante caído en el rescoldo, la chispa que alimentó mis grandes sueños”.

Prologuete de El laberinto, de Manuel Mujica Láinez

Epi

PD. Nesta terra de meigas, donde nada está claro, algo debeu facer alguén -querido amigo- para que caia na tentación, unha vez máis.

María José dijo...

"Sancho: oigo una voz etérea
que nos llama...
¿Iberia,dices tú...¿Has dicho Iberia?
¡Despierta, Sancho, que ésa es nuestra dama!

Pues ¿de quién iban a ser esos gemidos?
Pues ¿de quién iban a ser?
Sólo de ella, Sancho, que en mis oídos
insiste su corazón en padecer...

¡En pie,Sancho! ¿Qué molinos? ¿Cuáles?
¡Ay! ¡Pobre Sancho, que no sabes ver
en molinos iguales
cuál es sólo molino de moler!..."

Pesadilla de Don Quijote, Miguel Torga
Un saludo.

Ubú dijo...

Sen lugar a dúbidas, a aliaxe da xuventude e da ilusión resulta un poderoso estimulante para a frontar a Vida. Tentaremos recobrar a ilusión porque o que é a xuventude..., anque como "habelas, hainas", vai ti saber.

Me comprace moito este rescate do Miguel Torga iberista.
Un saúdo ós dous.

Ubú dijo...

Fe de erratas: Era a miña intención "afrontar a Vida".

Anónimo dijo...

Querido amigo Ubú:

¿Juventud?…

"Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer.

Miraba como el alba pura;
sonreía como una flor.
Era su cabellera obscura
hecha de noche y de dolor.

¡Y las demás!, en tantos climas,
en tantas tierras, siempre son,
si no pretexto de mis rimas,
fantasmas de mi corazón.

Mas a pesar del tiempo terco,
mi sed de amor no tiene fin;
con el cabello gris me acerco
a los rosales del jardín..."

Para evitar añoranzas del pasado copio este bello aforismo, que en Bengala se escribió y Dª. Zenobia tradujo:
“No llores por el Sol
Las lágrimas te impedirán ver las estrellas”.

Me pareció un final más optimista que:
“Ya formidable y espantoso suena
dentro del corazón el postrer día,
y la última hora, negra y fría,
se acerca, de temor y sombras llena”.

En fin, el mismo lírico hindú escribió (y también podría haberlo hecho un paisano de Castroforte de Baralla):
“No te portes mal con el mundo.
No lo indispongas contigo.”

Epi

Ubú dijo...

Sen desbotar de todo ás meigas, vou admitir aquilo que dixo o político ou o matador de "o que non pode ser, non pode ser, e ademáis é imposible" e acóllome ó dicterio do lírico hindú quen, se cumpleu coas súas palabras, rencarnará, mellorado, en paisano de Castroforte de Baralla.

Anónimo dijo...

Castroforte…

Tomando pulpo en una romería, cerca de Villasanta de la Estrella, esto me contó un erudito castrofortino (que no me permite sacarle del anonimato):

A los niños de aquí –me decía-, se les enseña que hay cinco provincias gallegas, y que Castroforte de Baralla es capital de la quinta; y ya sabe Vd. que el hecho de que no figure en los mapas se debe a un error u olvido de los cartógrafos. ¡Y por decreto ley!, un decreto ley que mantiene su vigencia desde la Restauración. Se trata de mantener ni más ni menos en secreto su existencia [No entendí bien sus razones].

También me indicó que ignoraba si es en Castroforte o en Fornelos de Montes el lugar donde residen las actas del concilio de Braga de 1112, en las que los obispos del Norte de Portugal se reúnen con sus colegas gallegos para atajar la propagación de la herejía en las tierras limítrofes del Miño. ¿En que consiste- pregunté yo- la herejía albigense, que -según él - habían traído las peregrinaciones? Sus adeptos ni carne comían, ni se ayuntaban con fembra placentera, ni matrimonios autorizaban. Desquiciados los castrofortinos, interpretaron la Biblia por su cuenta y trocaron prohibición en permiso para frecuentar mujeres clérigos y laicos; y más aún, las ordenaron diaconisas. Todo ello muy bien recibido en tierra de rica tradición panteísta y matriarcal –añadió sonriente el castrofortino estudioso-.

Acabo la perorata: por hoy, ya está bien de recuerdos eruditos.

Epi

Ubú dijo...

Eu sabía desta contra-herexía promovida polos castrofortinos a través de don Felipe Segundo, impenitente contador de chistes villasantino, quen me falou dela nunha Festa da Lamprea na que compartimos unha empanada de lampreas do Mendo.
Don Felipe Segundo contoume pormenorizadamente o desenvolvemento do concilio bracarense e botou pestes contra aqueles neoherexes, ós que calificou de adamitas cultores do desnudismo, dados ó fornicio sen remorsos: "Contra os votos de castidade, pobreza e obediencia, acordaron poder casar, ser ricos e vivir libremente, que non deberían andar os homes sen mulleres nin as mulleres sen homes.
Non se suxeitaban a leis nin regras. Erguíanse cando lles petaba, bebían, comían, traballaban e durmían cando lles viña en gana. Ninguén os despertaba nin os forzaba a beber, nin a comer, nin a facer cousa algunha.
FAI O QUE TI QUEIRAS, dicían."
Este don Felipe fora o único sobreviviente de cando as badaladas da campá destruíran para sempre Villasanta de la Estrella e dende aquela era veciño da Ínsula Barataria.

Tempo despóis, Jesualdo Bendaña, o erudito de Castroforte de Baralla, fíxome notar que o parlamento de don Felipe Segundo estaba tirado do "Gargantúa" de Rabelais e que era a regra pola que se rexían na Abadía de Thélème.
Quede, pois, descuberta a impostura.

Anónimo dijo...

Don Felipe Segundo…

Mancillado, y debajo de un sombrerete como una bacinilla, el segundo Felipe, ignoro si entero o fragmentado, después de que el sonido de las campanas no dejase de Villasanta más que las ruinas, se dispuso a ir a La Coruña; al casino, por más señas. Y al llegar aquí el escritor se detiene, va a la última página y lee: 14 de diciembre de 1976. Cierra entonces el libro y evoca su infancia coruñesa. Se quejaba mi tío, que frecuentaba el casino, de un señor con gorguera y de luto, bastante pesado, que molestaba a los jugadores contando chistes malos. ¿Sería el mismo don Felipe recuperado del Apocalipsis o de la impostura?

Epi

PD. Después de leer, con suma atención, el discurso de Ubú, sospecho que mantiene (así como su majestad el rey Olaf) la atrevida opinión que “La historia no se hace con documentos, sino con fantasía al servicio de la política”. Comparto tan aventurada tesis porque ¿a qué ningún lector sabe la verdadera razón de aquella entrada vikinga que terminó en la batalla de Catoira? No, no era por pillar y matar como pueda suponer quien lea las páginas de la historia clásica, sino por librar a Esclaramunda de la prisión y convertirla en reina de un pueblo navegante. Y ya hemos llegado, de nuevo, al omnipresente amor.

Ubú dijo...

A súa fasquía, muletas incluídas, a súa animadversión hacia Castroforte de Baralla e a súa imparable locuacidade caralleira ratifícanme en que o tal don Felipe Segundo era aquel que se librara da destrucción de Villasanta de la Estrella.
Que estivera aveciñado na Ínsula Barataria resultaba un chisco sospeitoso anque este detalle ben poidera ser un conto máis saído do seu caletre.

¡Ai, as tetas de Esclaramunda Bendaña que orientaron o Falo de Olaf cara Catoira!

Sendo da terra que nutre as invencións de Cunqueiro e de Torrente, a pouco que se teña algunha comezón poética, resulta natural sustentar a tese que mencionas, amigo Epi, aínda de xeito inconsciente. Ademáis, vivimos no oeste e como se dicía en "O home que matou a Liberty Valance": "no Oeste, cando a lenda é máis fermosa que a realidade, imprimimos a lenda"
Non outra cousa fixo Homero na "Ilíada" cos amores de Helena.

E o amor outra vez: "Hirióle amor con su azote,
No con su blanda correa,
Y en tocándole el cogote
Aquí lloró don Quijote
Ausencias de Dulcinea
del Toboso"

Anónimo dijo...

Ínsula Barataria…

Intrigado por la sospecha de si existía o no la antedicha ínsula, pregunté a don Álvaro, que me encomendó a Foción, piloto el más famoso entre los ítacos, quien le enseño a Ulises a mirar el mar. Decía el preclaro mindoniense que hay islas que existen sólo porque en sus bahías echó el ancla Foción. Hace unos decenios habría resultado difícil hallar al sagaz marino en la ecúmene toda, pero en este mundo globalizado hasta el simpar piloto está asequible en internet. Él mismo me confirmó, vía correo electrónico, que don Felipe segundo era vecino de Fion, rey de celtas de Irlanda, los días impares, pero que durante los días pares podía considerarse una ficción poética. Confieso, amigo Ubú, que quedé desconcertado con la respuesta.

En cuanto a la esposa de Menelao, parece ser–así se lo confesaron a don Álvaro los jóvenes troyanos- que era recta y juiciosa cosa que los hombres se mataran por su sonrisa. Pero –siempre hay un maldito pero- hay opiniones que afirman que era tontivana y que la mayor parte de su belleza consistía en afeites y balanceos. Su esposo, poco caritativamente calificado como el más cornudo de todos los maridos, era pequeño y gordo. Ulises contaba de él que cuando bebía era confianzudo, poco simpático y más bien intransigente de derechas.

Y en lo que se refiere al amor:
Varios efectos del amor
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso,
no hallar fuera del bien, centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso.
Huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño:
esto es amor. Quien lo probó lo sabe.
Lo ideó don Lope, ignoro en que fecha, pero me gusta imaginar que cuando contemplaba La Coruña desde su barco anclado en la bahía, vencido invasor de la Invencible Armada.

Epi

PD. Ruego, al cuidadoso lector, disculpas por una tilde perdida en un engañoso que.

Ubú dijo...

Non sei qué maxia facería posible aquilo dos días pares e impares (algo saberá don Álvaro que contaba dun tal Bernabé que cada sete días virábanlle os pés cara atrás e os sete días seguintes voltaban ó seu natural) pero que así fora dalle sentido a que don Felipe Segundo, no seu avatar de "ficción poética", habitara nunha "ínsula imaxinaria" de terra adentro.

Se Lope, dende a badía, fitara con atención hacia Monte Alto aínda é posible que acadara a ver a sombra de Ith, fillo de Breogán, cando avizoraba do alto da torre as costas da verde Erin. ¿Sería posible que cando Ith se embarcou na expedición para descobrir Irlanda levara como piloto a Foción?
Así se explica que Foción nos dea novas certas da vida de don Felipe na corte de Fion.

Grande noticia, por certo, que toparas a Foción, reconvertido de ínclito nauta en internauta avezado da mar virtual.
Na "Relación de pilotos insignes naturais do departamento marítimo da Hélade Oriental", que con tanto celo e minuciosidade elaborou a Confraría dos Mariños Efesios, e que se conserva na biblioteca persoal de Jesualdo Bendaña, figuran Tifis e Anceo, pilotos ambos da nave Argos, dos que se certifica a súa morte, e tamén Foción, de quen nada se nos di do seu paradoiro.
Tampouco os arquivos do Gremio de Mareantes da vila de Pontevedra, que chegan ata os inicios do século XX, nos dan máis pistas de Foción anque si falan dun contemporáneo seu, Palinuro, piloto do navío no que Eneas fuxeu da desfeita de Troia.

Blaise Pascal, cura coma lope, escribeu: "Cando non se ama demasiado, non se ama o suficiente".

Anónimo dijo...

No fue fácil el acceso a la biblioteca de Jesualdo Bendaña, hasta que me lo facilitó Jacinto Barallobre. Ya puedo certificar, consultada “A Relación...” la validez de cuanto afirma Ubú en su documentado escrito. Repasando otros papeles en la susodicha biblioteca encontré una página recortada de la Voz de Castroforte. Comenzaba la noticia: El estornudo del señor Castiñeira. Y continuaba de esta guisa: Cierta noche de primavera se le escapó sin poderlo atajar estornudo con derribo de chisteras próximas y alteración del reposo de viandantes. El ruido fue tan súbito, redondo y estentóreo, que todo el mundo quedó en silencio en espera de consecuencias mayores. Que llegaron, es cierto, pero al día siguiente y en forma de noticia de que un tifón de fuerza incalculable había devastado las costas del Japón, con más de cincuenta mil muertos en Yokohama y aldeas próximas. La gente en seguida dijo: “Fue el estornudo del señor Castiñeira”. Sobra aclarar que a cualquier científico hubiera sacado de quicio tal insensatez y así le sucedió a don Torcuato paseante asiduo por la Plaza de los Marinos Efesios, quien, inmediatamente, envió al mismo diario (aparece en cartas al director) un escrito para aclarar que la visión mágica de la meteorología pertenece, indiscutiblemente, a una etapa superada del pensamiento europeo; lo que ahora priva es la visión científica, que procede a dar. El estornudo del señor Castiñeira –según el insigne erudito- se había producido en condiciones extraordinariamente favorables de calor y elasticidad del aire, por lo que se había convertido en brisa, la brisa en viento y éste en tempestad que acabó en tifón. Como los cimientos del archipiélago japonés son frágiles –están hechos de piedra pómez- pues aquella enorme masa de aire que se movía a velocidad increíble los había sacudido y roto en varios lugares, con la consiguiente catástrofe de vidas y haciendas.

Por cierto, con respecto al segundo archivo (del Gremio de los Mareantes), hay que revisarlo con mucha prevención porque, debido a la revuelto de los mareantes dirigida por el Canónigo Balseyro, pudieron haberse perdido parte de sus documentos.

Epi

PD. Pensaba contar cómo las tetas (o su ausencia) de Claramunda (o de doña Bonitilla) inspiraron a Lope cuando se encontraba en La Coruña, asunto en el que el autor ha hallado sabio provecho; pero el relato de la investigación en la biblioteca del Sr. Bendaña desvió a Epi de su primera intención.

Ubú dijo...

Ubú, como rinoalérxico en activo, pode dar fe da virulencia dun espirro contundente e, en consecuencia, entende a ocurrencia popular que estableceu a relación causa-efecto entre o señor Castiñeira e as costas do Xapón, relación que don Torcuato non desminte.
Agora ben, sen ánimo de contradicir ó científico, tendo en conta que a velocidade media e habitual coa que se expulsa o aire polo narís ó espirrar está calculada nuns 55/56 km/h e que a onda expansiva abrangue unha área duns cinco metros cadrados, aínda cunhas excepcionais condicións atmosféricas ¿sería posible que un so estornudo xenerara un tifón?
É ben certo que descoñezo a altura, o peso, a capacidade pulmonar e o tamaño do apéndice nasal do señor Castiñeira, variables todas elas que inflúen no grao de forza do espirro resultante pero ¿sería máis posible que o que acometeu ó señor Castiñeira, sendo primavera, non fora un espirro senón unha serie moi rápida e ininterrumpida deles cun efecto acumulativo e multiplicador?

Agradezo a advertencia sobre os arquivos do Gremio de Mareantes anque eu sigo a derradeira catalogación, revisada e ampliada, dos ditos arquivos levada a cabo polo polígrafo Filgueira Valverde, quen goza da miña toda confianza.

Nota bene.- O título correcto da relación é "Relación dos máis ilustres pilotos naturais do departamento marítimo da Hélade Oriental", o que correxo para que conste.
Un saúdo.

Anónimo dijo...

Querido amigo Ubú

Me intriga que ni a ti ni al ilustre Filgueira Valverde os haya llamado la atención el que Poseidón aparezca en la “Relación dos máis ilustres marinos…”. Llevo varios días pensando en el asunto porque ¿señor de mares y terremotos, marino? No tiene sentido. He hallado, entre la bibliografía que recomienda don Gonzalo Torrente Ballester, una respuesta al enigma: Mr. Algernon Smith testifica, en una carta al almirantazgo inglés que no me resultó difícil de conseguir, un suceso inverosímil acontecido en la isla por buen nombre La Gorgona. Así está escrito y así lo transcribo:

“Un carro al parecer de caballos, y gente a su alrededor. Como si vinieran por una carretera. Pero vienen por el mar. Por la mar, y eso es lo incomprensible. Viene Poseidón con Anfitrite y todo su cortejo (los isleños dicen que ahora cumplen mil años de la boda anterior, y les toca celebrar otra nueva). En un principio, lugareños y autoridades se negaron a admitir lo evidente. Pero ante la presencia del cortejo nupcial, que se acercaba a la bocana, y que antes de media hora habría hecho su aparición en la ría, todo el mundo corrió a al calle o a los balcones desde los que el mar se divisaba. Precisos catalejos nos permitieron ver la entrada del carro de Poseidón, tirado por caballos palmípedos que levantaban nubes de espuma. Le precedía un escuadrón de delfines, le acompañaba una pequeña corte de tritones y nereidas, tan hermosas ellas como desvergonzados ellos, pues si bien es cierto que entraron en la ría haciendo sonar relucientes bocinas, lo es también que muy pronto prescindieron de las tocatas y se dedicaron a perseguir a las nereidas y fornicar con ellas a ojos vistos: los más púdicos de ellos entre dos aguas. No sé si serían conscientes de que una muchedumbre los contemplaba o si les salía por un ardite esa abundante presencia de testigos. Sin ánimo de escandalizar, debo decir que los dioses que transportaba el carro tampoco daban señas de mayor continencia: durante todo el tiempo que mi anteojo los mantuvo en el campo de visión, el señor de los mares se dedicó a mordisquearle apasionadamente los muslos a Anfitrite, lo cual, si se explica por la calidad de lo mordido y quizás también por las ansias del mordiente, no por eso justifica semejante publicidad. A la vista de lo narrado, conviene admitir sin discusión que este mar pertenece todavía a los dioses paganos.”

Ahora bien, ¿podemos considerar nave al carro de Poseidón, y por ello piloto al señor de los mares? Después de todo, vehículo tenemos y por encima del mar va. Además, no cabe duda que Poseidón es natural y vecino del monte Olimpo, en la Hélade, aunque en este suceso se haya mostrado en las rías del Finis Terrae, lugar donde el sol besa amorosamente al mar.

Amigo Ubú, ¿se habrá equivocado el autor -o autores- de la “Relación dos máis ilustres pilotos naturais do departamento marítimo da Hélade Oriental” que incluyeron a Poseidón en la lista? Dejo al lector erudito -o curioso- que resuelva tan intrincado enigma.

Epi

Anónimo dijo...

Errare humanum est:

El autor -o autores- de... que incluyó.

Epi

Ubú dijo...

Un enigma menos intrincado do que ti supós, amigo Epi.
A mención do deus no documento atende a dúas razóns ben estudiadas.
A primeira delas é o uso de fórmulas convencionais de redacción, rigorosamente codificadas nos manuais de Protocolo das Escolas de Amanuenses. Así, por ser, en efecto, Poseidón, Señor dos mares, o escribán acode á hipérbole adulatoria e califícao de grande piloto, a semellanza do que ocorre co monarca cando o nomean Xefe Supremo da Armada Nacional inda que Súa Maxestade non saiba qué é o "carallo da vela".
Emparellada con ésta, a segunda razón é o carácter apotropaico da alusión á deidade, un xeito máxico de atraer a benevolencia de Poseidón.
Por outra banda, a denominación máis frecuente do deus do mar é a de "auriga". Alexandre Magno, ou O Grande, con ocasión dun sacrificio propiciatorio a Poseidón, botou dun cantil abaixo unha cadriga co seu tiro de cabalos.

A falla dun par de consultas nas hemerotecas, aprazo un tempo algunhas matizacións que quero facer á testemuña de Mr. Algernon Smith.

Ubú dijo...

Coma diciamos onte... todo canto Mr. Algernon Smith conta corresponde co que viu. Mais o que contemplou foi un espectáculo preparado e non unha hierofanía.
Explícome. Mr. Algernon Smith en inestable equilibrio entre o racionalismo do Norte e a fantasía do Sur, deixouse suxestionar polos paisanos, que xa eran galegos para non ser retranqueiros, co resultado de que el creu asistir á arribada do cortexo de Poseidón e non era tal.
Todo ó longo das nosas costas celebráronse e aínda se celebran estas cabalgatas navais, de pagana e remota orixe, que hai que poñer en relación cos "esponsais do Dux de Venecia" ou as naumaquias dos romanos, e das que quedan vestixios recoñecibles nas procesións mariñeiras do día do Carme ou na remontada do río Lérez do Rei urco e o seu séquito.
De seguro foi unha desas funcións á que asistiu Mr. Smith co consabido pasmo.
O Vate Barrantes, espectador asiduo e pícaro destas representacións, nun breve texto destinado ás páxinas dun programa de festas, amén de glosar a historia destes faustos náuticos no noso litoral, conta con moita admiración dos responsables principais da cabalgata de Castroforte de Baralla: "A ilusión resultaba tan eficaz que eran moitos os que xuraban ter visto ós deuses do Olimpo. Daquela, o mérito correspondía a Hermosinda Beloso Neira que confeccionaba primores de agulla dignos de Aracné e ó señor Pericundo, por mal nome "Rustrullo", perito nas artes mecánicas. Aquéla deslumbraba pola delicadeza e fermosura dos atavíos das personaxes e das galas das carrozas; éste pola habelencia como ebanista e mecánico e polo seu xenio como escenógrafo.
O señor Pericundo, de nacer no Século de Ouro, ben poidera ter sido o inventor da tramoia das obras de Calderón de la Barca ou o artífice do "Clavileño" de tan ingrata memoria para don Quijote e Sancho Panza".
Estas palabras do Vate Barrantes loubando o alto grao de ilusión que acadaban tales representacións, permítennos entender o arrebato do inglés ante un suceso, como ti ben dis, inverosímil.
Ademáis, estou case seguro que don Gonzalo Torrente Ballester, quen debeu coñecer estas romerías paganas na súa infancia ferrolana, inclúe a epístola de Algernon Smith na bibliografía a sabendas e con toda a ironía de que era capaz.
O Vate Barrantes, no escrito aludido, lembra "os soleados peitos das nereidas vilegas e o firme instrumento dos tritóns mozos" porque, anque sexa de forma metafórica, este mar aínda pertence ós deuses paganos.

Anónimo dijo...

Estos días -querido Ubú- habrás leído en los periódicos que basura del espacio estuvo a punto de chocar con la Estación Espacial Internacional; tanto fue así que los astronautas que moraban en ella debieron refugiarse en una nave. No te sorprenda -dilecto amigo-, que traiga a colación los sufridos quehaceres de tan intrépidos y alejados nautas… porque fue todo uno leer Clavileño y recordar la primera travesía estelar de la literatura. No fue Julio Verne –como creen los legos- quien imaginó al primer astronauta, sino nuestro don Miguel de Cervantes; que envió a don Quijote a las Pléyades, un hermoso cúmulo de estelar a varios años luz de distancia, que llaman en Castilla las siete cabritillas. No se engañe el lector erudito y crea que el Ingenioso Hidalgo viajaba en cualquier cacharro, ¡no!, pilotaba una máquina con forma de caballo, por buen nombre Clavileño.

He de reseñar, sin embargo, que se duda de la certeza del viaje; pues consta que, una vez que Sancho –notario de la singular aventura- describió el periplo, llegándose don Quijote al oído le dijo: “Sancho, pues vos queréis que se os crea lo que habéis visto en el cielo, yo quiero que vos me creáis a mí lo que vi en la cueva de Montesinos”.

Y no digo más.

Epi

Ubú dijo...

Non sospeitaba eu que foras relacionar o comentario cos navegantes do Cosmos pero si me daba o corpo que Clavileño o Alíxero nos ía devolver á compañía do Cabaleiro da Triste Figura.

Bo é de ver nesa aventura do cabalo de madeira que outro tanto púdolle ocorrer a Mr. Algernon Smith.
E tampouco eu digo máis, que "al buen callar llaman Sancho".

Un saúdo.

Publicar un comentario

 
Optimizado a 1024 X 768 de Resolución de Pantalla. Diseñado por Víctor V.Q. para Cuaderno de las Letras