24 de junio de 2008

ENSEÑAR LITERATURA


"... Así que la memoria selecciona y poetiza el pasado, y convierte nuestra vida en una obra de arte. Cuando recordamos, la memoria nos está ofreciendo una lección magistral y práctica de teoría literaria, de manejo del tiempo imaginario.
Con todo esto podría pensarse que la pedagogía puede llegar a ser el asunto más sencillo del mundo cuando se conectan los contenidos con las experiencias de la vida, y cuando hay pasión, amor y sentido común. Y así debía de ser. Sin embargo, todos sabemos que el diablo dispone las cosas de otro modo.
El lector que Manuel es piensa a veces que la experiencia estética tiene mucho de revelación personal, y que en esa medida es intransferible y casi incomunicable. Y pone aquel ejemplo que aducía Tolstoi de un ciego al que intentaban explicarle cómo era el color blanco. Es como la leche, le decían. Entonces, ¿se vierte?, preguntaba el ciego. Bueno, digamos que es como el papel. Luego entonces, ¿cruje? No, no, digamos que es como la nieve. Entonces, ¿es fría?, inquiría el pobre ciego. No había modo de transmitir aquella experiencia elemental. El profesor que Manuel es, sin embargo, es menos tajante y piensa que, a pesar de todo, algo se puede hacer: si no enseñar literatura, sí poner a los alumnos en disposición de dejarse seducir por ella. Los dos, con los años, han ido sucumbiendo a la paradoja de que la literatura se aprende, pero no se enseña.
Pero luego viene la realidad con sus rebajas. Y la realidad es que un alumno medio de 3º de BUP o de COU lee silabeando y a trompicones, tiene dificultades casi insalvables para entender el editorial de un periódico, escribe con oraciones simples donde apenas aparecen otros verbos que "ser" y "estar" ( ¡acostumbraos a pensar con oraciones subordinadas, veréis cómo la realidad se hace también compleja ¡, les aconseja Manuel cansinamente a sus alumnos), su bagaje léxico es exiguo, quiere explicar algo y no le alcanzan las palabras. Pero, eso sí, cuando salga a la calle, o cuando llegue a su casa, los hechiceros de la cultura de masas, en complicidad con la mayoría de los ciudadanos, le tendrán preparado el desquite por medio de algún espectáculo con el que hace tiempo que no consigue conectar la cultura escolar. Lo que la escuela enseña, el mal gusto social lo niega y escarnece. De ser el gran consejero áulico, la vieja y noble cultura humanística, y también la literatura, ha pasado a desempeñar funciones de bufón, y a competir desventajosamente con los otros bufones que ha aportado la más ínfima cultura de masas. Como mucho le queda aún el pálido resplandor de lo que un día fue: es un bufón cuyos chistes plantean todavía enigmas, y cuyo fulgor estético y moral puede llegar a provocar la alta emoción, y la alta amenidad, del arte y del conocimiento. Pero el hombre común de hoy está cansado de enigmas, y en cuanto a la emoción y amenidad estéticas, los otros bufones las proporcionan más baratas, cómodas y bonitas..."

ENTRE LÍNEAS, Luis Landero, 1996


He aquí unas palabras de un profesor de literatura y un gran escritor : LUIS LANDERO que, con su personaje Manuel Pérez Aguado , profesor, lector y escritor ,va desgranando sus peripecias vitales a través del discurso autobiográfico ( " Nací hace hoy 42 años. Buscando para mí una vida paralela, como las que diseñó Plutarco, no sabría cuál elegir. Tuve una vida oscura, algún destello singular: fui músico, ejercí oficios varios, escribía encorvado y secreto, estudié letras superiores, viví un tiempo en París...Mi signo es la intermitencia; mi pasión, cierta variedad de tendencias que me impiden el disfrute de mí mismo, y cuyo símbolo encomiendo a una encrucijada de caminos locales; mi dulzura es la naturaleza y el verano, que es tanto como decir la melancolía de la infancia; mi dolor es la insatisfacción crónica y la repentina falta de entusiamo; la literatura ha acabado por ser, después de la tormenta, una reparación de daños...")
Como Landero dice refiriéndose a Manuel : "Quizá la única nota pintoresca en él sea precisamente el hecho de ser profesor de literatura en estos tiempos". Y como Manuel, los profesores de literatura nos identificamos en muchas ocasiones con el protagonista de El castillo de Kafka: un agrimensor que no ha sido llamado y cuyos servicios no son tampoco necesarios, pero que sin embargo, está ahí: gravoso, obstinado y absurdo.
A pesar de todo, estamos y estaremos ahí con nuestros alumnos que, algunas veces, nos miran sorprendidos , apresados en algún verso o fragmento en medio de cualquier mañana, porque "la literatura se aprende" y nos prende para siempre .

37 Comentarios:

Anonymous dijo...

la literatura es una "pasión que se contagia por el placer que supone leer un libro"

(Luis Landero)


... acostumbrándome a pensar con oraciones subordinadas...

Anonymous dijo...

"la literatura no es apta para ingenios ingenuos"

Anonymous dijo...

"Toda verdadera liberación, todo gozo de vivir y de sentir empieza en nuestra mente. Y esa mente, parte ideal de nuestro cuerpo en la prodigiosa red de sus neuronas, requiere también la alimentación y sustento. Las palabras son la sustancia de la que la inteligencia se nutre. Y esas palabras vienen engarzadas en la original sintaxis de la literatura..."

" Canta, Musa, la cólera de Aquiles"

Anonymous dijo...

"Más duro que la muerte es el olvido. Ése podría ser el lema que sobrevuela los orígenes de la cultura europea
[...]
La palabra se constituye así como elemento fundamental de esa lucha contra el olvido. Hablar, narrar, inventar historias de unos hombres que vivían enhebrados al lenguaje que los crea, es romper el impávido ritmo del mundo y de las cosas y poner a su lado otro universo, más abstracto tal vez, pero más firme."

_también de Lledó, "El despertar de la memoria"_

;)

Citerea.

Anonymous dijo...

Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca,
hay que medir, pensar, equilibrar,
y poner todo en marcha.

Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino,
un poco de pirata,
un poco de poeta,
y un kilo y medio de paciencia concentrada.

Pero es consolador soñar,
mientras uno trabaja,
que esa barca, ese niño
irá muy lejos por el agua.

Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.

Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestro propio barco,
en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada.


GABRIEL CELAYA, "Educar"

Citerea.

(Un beso desde los siempre visitados JARDINES LEJANOS)

Anonymous dijo...

(…) ¡Y quiero ser otro, y quiero
tener corazón, y brazos
infinitos, y sonrisas
inmensas, para los llantos,
aquellos que dieron lágrimas
por mi culpa!… Pero, ¿acaso
puede hablar de sus rosales
un corazón sepulcrado? JRJ

Con afecto, desde los siempre visitados Jardines lejanos.

Ánade.

Anonymous dijo...

..."Todos somos narradores...Si alguien tiene dudas al respecto, solo debe reparar en que la mayor parte del tiempo que dedicamos a comunicarnos con los demás o con nosostros mismos, la ocupamos en contar lo que nos ha ocurrido, o lo que hemos soñado, imaginado o escuchado. Espontáneamente, instintivamente, el hombre es un narrador. Todos somos diariamente Simbad, aquel mercader que vivía en Bagdad y que un día se embarca para ir a negociar a lejanas tierras, sufre un naufragio y corre aventuras sin cuento. Y esto le sucedió siete veces. Luego, pasados los años ,regresa definitivamente a Bagdad, retoma su vida ociosa y se dedica a contar sus andanzas a un breve auditorio de amigos. Bien mirado, se pregunta Manuel, ¿qué otra cosa hacemos todos diariamente? Simbad es Proust o Valle- Inclán, pero Simbad es también esa señora que vuelve del mercado y le cuenta a las vecinas lo que le acaba de pasar en la carnicería.Nadie sabe por qué, pero nos produce placer narrar, recrear con palabras lo que hemos vivido. Recrear, es decir, que nunca contamos fielmente los hechos, sino que siempre inventamos o modificamos algo, o lo que es lo mismo: a la experiencia real le añadimos la imaginaria, y eso es sobre todo lo que nos causa placer. El placer de añadir un cuerno al caballo y de que nos salga un unicornio. De ese modo, vivimos dos veces el mismo hecho: cuando lo vivimos y cuando lo contamos. Al contarlo, sin embargo nos reservamos el papel de protagonistas ( aunque solo sea porque lo contamos desde nuestra perspectiva). La realidad nos pone en nuestro sitio; luego nosotros, por medio de la narración, ponemos a la realidad en el suyo. El mendigo deviene príncipe, la realidad se rinde ante el deseo, la vida se confunde por un instante con el sueño. Somos narradores por instinto de libertad, porque nos repugna la servidumbre de la propia condición humana en un mundo donde no suele haber sitio para nuestros afanes de verdad, de salvación y de plenitud. Y luego, si la historia merece la pena, el oyente se la contará a su vez a otra persona, y así sucesivamente, y en cada versión se agregarán nuevos detalles y se omitirán o corregirán otros, hasta alcanzar su forma definitiva y felizmente anónima.
Así que todos somos más o menos sabios en el arte de narrar antes de que los profesores nos inicien en la erudición de las técnicas narrativas ( o tecniquerías, como decía Unamuno),del mismo modo que, desde la infancia, manejamos gentilmente la gramática por más que los linüistas vengan después a demostrarnos que, hasta su advenimiento, hemos vivido en la más absoluta ignorancia gramatical. Manuel cree que existe en el hombre, desde su niñez, un saber espontáneo y difuso sobre el que habría que construir, como una prolongación lógica y armoniosa, el edificio canónico del conocimiento..."

ENTRE LÍNEAS, Luis Landero

Ubú dijo...

(...)
"Para modelar unha obra maestra, para tecer un traxe capaz de durar uns cantos séculos, é necesario sentir, pensar e escribir.Estas tres actividades teñen que ser coordinadas."Escribir ben é á vez sentir ben, pensar ben e ben dicir". Buffon.
Non podemos pensar se non temos tempo de ler, nin sentir se nos atopamos emocionalmente esgotados, nin crear con materiais de refugallo algo chamado a durar. Non podemos coordinar o que non temos.(...)
"Cumpridos os trinta e cinco, non paga a pena coñecer a ninguén que non teña algo que ensinarnos: algo máis do que poderiamos aprender por nos mesmos nun libro".

Cyril Connolly, A TUMBA SEN REPOUSO

Anonymous dijo...

DECÁLOGO DEL BUEN LECTOR

1) Se aprende a leer antes de leer o mejor podríamos decir, se aprende a amar la lectura aún antes de saber leer. Se llega a la lectura a través de la voz del otro en la primera infancia. A través de la voz de la madre, del padre, de los abuelos cuando nos cuentan un cuento cuando somos bebés. No es nuevo que la oralidad, la palabra hablada es el puente de iniciación a la literatura y a la lectura. Es la fascinación por las historias, por la narración la que, en primer lugar, puede atraparnos en la lectura.
2) El buen lector empieza a leer muy pronto o, según palabras del escritor: “Si el niño tarda mucho en aprender a leer, pierde mucho tiempo”.La fascinación por la lectura comienza desde muy temprano ,en la infancia.
3) El buen lector ama, no solamente los libros sino todos los demás vehículos de la cultura : “La televisión no es enemiga [...] ni el cine, ni los videojuegos son enemigos de la lectura, lo que es enemigo de la lectura es la ignorancia…
4) “El buen lector no sólo ama la literatura ..., también ama los libros de historia, ama los libros de explicación de naturaleza, de ciencias naturales... La relación con la lectura es la relación con el conocimiento, con el aprendizaje, con la cultura...
5) El buen lector es alguien que es capaz de estar solo porque únicamente en soledad se puede leer. La lectura y la escritura son actos en soledad, en silencio, aunque se hagan estando rodeados de gente, son actos de introspección . La relación con el tiempo y el espacio es fundamental y, por supuesto, la capacidad o posibilidad de cada quien para tener el tiempo y el espacio para leer es un elemento a considerar (no todos lo tienen y de ahí la importancia de las bibliotecas, por ejemplo).
6) La lectura nos acerca a la naturaleza humana en todas sus variantes. La lectura nos muestra lo variado que es el mundo: “Te enseña que los seres humanos somos muy parecidos y también muy diferentes”. Nos acerca a la naturaleza humana y a la gran cultura porque nos muestra mundos distintos al nuestro, nos muestra, en fin, la alteridad y la tolerancia al otro(...)

Intervención de Antonio Muñoz Molina en la Feria I del Libro de Guadalajara ( Recogida por Juliana Boersner)

Ubú dijo...

LOA DEL ESTUDIO

¡Estudia lo elemental!Para aquellos
cuya hora ha llegado
no es nunca demasiado tarde.
¡Estudia el "abc"!No basta,pero
estúdialo.¡No te canses!
¡Empieza!¡Tú tienes que saberlo todo!
Estás llamado a ser un dirigente.

¡Estudia,hombre en el asilo!
¡Estudia,hombre en la cárcel!
¡Estudia,mujer en la cocina!
¡Estudia,sexagenario!
Estás llamado a ser un dirigente.

¡Asiste a la escuela,desamparado!
¡Persigue el saber,muerto de frío!
¡Empuña el libro,hambriento!¡Es un arma!
Estás llamado a ser un dirigente.

¡No temas preguntar,compañero!
¡No te dejes convencer!
¡Compruébalo tú mismo!
Lo que no sabes por ti,
no lo sabes.
Repasa la cuenta,
tú tienes que pagarla.
Apunta con tu dedo a cada cosa
y pregunta:"Y esto,¿de qué?"
Estás llamado a ser un dirigente.

Bertolt Brecht (1.898-1.956)

Anonymous dijo...

LA PALABRA
"Las fugas inocentes de los verbos/
aletean en el comienzo del presente,/ desde tus orígenes recorremos/ la violencia de tus transformaciones, /manantial remoto de la memoria, / y el no saber y el ser, y el ser y no saber/se olvidan en el juego/ donde te sumerges perla, palabra, paraíso./ Esta noche de agosto/ regreso hasta tus ojos / desde el ritmo doliente de un canto./ Te pido aguantes mis palabras por la magia del ocaso/ por la razón del agua, / por la fuerza del beso, / por el hueco del tiempo,/ por la lánguida ceremonia de las conversaciones"

Rafael Álvarez Merlo

Ubú dijo...

Mi hijo pequeño me pregunta:¿Tengo que aprender
matemáticas?
¿Para qué?,quisiera contestarle.De que dos pedazos de pan
son más que uno
ya te darás cuenta.
Mi hijo pequeño me pregunta:¿Tengo que aprender francés?
¿Para qué?,quisiera contestarle.Esa nación se hunde.
Señálate la boca y la tripa con la mano,
que ya te entenderán.
Mi hijo pequeño me pregunta:¿Tengo que aprender
historia?
¿Para qué?,quisiera contestarle.
Aprende a esconder la
cabeza en la tierra
y acaso te salves.

¡Sí,aprende matemáticas,le digo,
aprende francés,aprende historia!

B. Brecht

Ubú dijo...

6 de febrero. El resumen de mi enseñanza a la asamblea de maestros podría exponerse así: ¿Ustedes recuerdan aquellos saberes que antaño se llamaban "de adorno" y que complementaban, con la cocina y el bordado, la formación de una señorita de buena casa dispuesta al matrimonio? Pues una cosa así ha sido y sigue siendo, entre nosotros, la enseñanza de la literatura. Al revés de la francesa, nuestra sociedad no ha considerado nunca que tales disciplinas merezcan atención primordial. Somos muy listos y sabemos que eso no sirve para nada. Lo primero, pues, que tienen que hacer ustedes es convencer a la gente y, por supuesto, a la Administración, de que la enseñanza de la Lengua y de la Literatura es tan importante como la de las Matemáticas y la de las Ciencias. Ante todo, por decoro nacional, se evitaría el bochorno de tantos solecismos, barbarismos y otras delicias léxicas a que nos tiene acostumbrados la vida pública española, empezando por la radio y terminando por los discursos políticos y los propios textos legales.
Después fantaseo un poco acerca de la posibilidad de crear en el alma de cada niño un fondo imaginativo y fantástico, hecho de romances, de leyendas, de cuentos infantiles; algo, en fin, sobre lo que, más adelante, pueda reflexionar hasta descubrir en sí mismo, si no la literatura, al menos la poesía.
Entonces, sólo entonces, podrán ser enseñadas con eficacia, podrán servir para algo al hombre concreto: para algo más que ornato.
Tras esto hablo de métodos y ya me tengo que poner pedante, porque la situación (y la propia reputación) lo exigen. Y cuando ya de regreso pienso en lo que dije me viene la duda de si mi lección habrá servido de algo. Empiezo a temer que no. Es muy difícil arrancar a una sociedad, y a sus representantes, de sus convicciones más íntimas, que son las bases de su seguridad. La española dispone de unos cuantos nombres para exhibir a la hora de los grandes balances gloriosos. ¿Para qué más? Y si sabemos que el castellano es una de las grandes lenguas de la civilización, ¿para qué esforzarnos en aprenderlo medianamente?
Es una pena que la sociedad española, tan imitadora de la francesa, no la haya emulado en lo que tiene de mejor.

Gonzalo Torrente Ballester. CUADERNOS DE LA ROMANA (1975).

Anonymous dijo...

Puesto que se trata de literatura, con ánimo festivo y recién libada espirituosa bebida, querido alumno que acabas de estrenar coche, esta carta te escribo:

Es cosa averiguada que no se sabe nada y que todos somos ignorantes. Y aun esto no se sabe de cierto: que, a saberse, ya se supiera algo; sospéchase. Ya que tomaste para vos el obrar y dejaste a tu profesor el decir, descúbrome ante tales bienaventuradas andanzas en carricoche bien armado y envío a vuesamerced este discurso donde puedo decir que he rematado las pocas fuerzas de ingenio, no sé si con alguna dicha. No te precies de tener envidiosos, pues de tenerlos, tuvieras graciosa recompensa el merecerlos. Haga vuesamerced, en Marín, la acogida que a todas mis cosas merece, mientras que yo acá esfuerzo la paciencia en dirigir con fuerte brazo antiguo carricoche que con más asnos que caballos me porta al asueto marino diario. Practica una conducción diligente para que la cortesía, buena crianza y urbanidad en el trato y en las costumbres crezcan, sin olvidar que las demasías se reprimen, las virtudes se premian, se castigan los vicios y la justicia se administra por establecimientos que no admiten pasión, ni enojo, ni cohecho, con método seguro y estilo cierto y universal. Dé Dios a vuesamerced paz y salud, y a mí no me olvide.

Epi, plagiando a don Francisco Quevedo

Anonymous dijo...

Comúnmente se suele descir, que los fechos de la guerra más consisten en discreción, para los saber regir e administrar, que en romper lanzas.
E ciertamente,conoscidas por mí las habilidades destos claros varones, después de largo tiempo concluidas las cosas de aquellas nobles rencillas,y casi entrados ya los días de los trabajos,consejo y pido por merced,que tornéis a vuestra sotil fabla.
Y a vos,caballero don Epi ,gozad muy contento de vuestras tierras y haciendas y recordad que es privilegio de aldea que cada uno se pueda andar, mas aun a pie caminar o se pasear sin mula ni mantener caballo.
De Marín, a 16 de agosto 2008
A. de N.

Anonymous dijo...

Vuesa Merced, serenísimo señor, ha sabido aconsejar de manera que nos ha enseñado a saberle responder: arte de tanto precio en impares caballeros, que es artífice de todo buen conocimiento y desengaño. Señor: la verdad es una sola y clara; pocas palabras la pronuncian, muchas la confunden, ella rompe poco silencio, y la mentira deja poco por romper. Si vos insistís en la mortificación de mi humilde persona, acataré vuestro temerario consejo mas no lo cumpliré, porque advertir que, con canas en la barba, malamente saldré de mi mansión si prescindo de caballerías. Mas sobre andares y caballerías, pasmado he confesaros que, por estos lares y en una gran zahúrda andaban poco ha mucho número de ánimas gimiendo –en placentera tarde de domingo-, alborotando el pueblo con sus estridentes quejidos, gente que viene acá sin avisar, a mesa puesta y a cama hecha. Allí en cola parados, penaban los cocheros, a caballo mandando y en oficio tan vil, pícaros y villanos. Gente tan ruin que, durante luenga jornada, y entre las albas arenas no vistió cotas ni sayo, ni hábitos largos ni valonas, apenas cubrían sus vergüenzas con diminutas prendas que ni de buena lana merina parecen. Llegué del argentado mar a la orilla, y allí, incontinente, los miré al soslayo, bañeme y no hubo nada.

Epi, entreteniéndose con los diosecillos bajunos y otras lindezas de don Francisco de Quevedo, ilustre caballero de la orden de Santiago.

Anonymous dijo...

Un escritor español poco conocido y, en mi opinión, actualmente minusvalorado, escribió las más bellas palabras sobre el amor.

¿Adónde te escondiste,
Amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
habiéndome herido;
salí tras ti clamando y eras ido.
Pastores los que fuerdes
allá por las majadas al otero,
si por ventura vierdes
aquel que yo más quiero,
decidle que adolezo, peno y muero.
Buscando mis amores
iré pos esos montes y riberas,
ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras,
y pasaré los fuertes y fronteras.
...
A las aves ligeras,
leones, ciervos, gamos saltadores,
montes, valles, riberas,
aguas, aires, ardores,
y miedos de la noche veladores;
por las amenas liras
y canto de sirenas os conjuro
que cesen vuestras iras,
y no toqueis al muro,
porque la Esposa duerma más seguro.

Quizá existan versos tan hermosos, pero ninguno más.

Epi rinde homenaje al maestro Juan

Anonymous dijo...

San Juan de la Cruz ( o Juan de la Cruz para los que descontextualizan al autor)es uno de los más grandes poetas de nuestra literatura y uno de los más grandes poetas del amor ( como nuestro amado Quevedo). Su poesía es profundamente lírica y bella. Por los símbolos profundos y la perfección formal no se llega fácilmente a ella, a pesar de que sus poemas tienden puentes hacia nuestro tiempo ( simbolismo, sensualismo...). Es un poeta difícil (incluso en las "declaraciones", como él llamaba a las explicaciones de sus poemas).Pero- por experiencia- cuando un lector joven e inexperto lee o escucha versos como estos:"la música callada", "la soledad sonora"( el famoso oxímoron)...algo queda esparcido por la floresta de la clase en el silencio de algunas miradas (pocas, no nos pasemos).
Otros bellos versos de "NOCHE OSCURA" recuerdo que costaron un suspenso a alguien que conocí en mi universidad:
"Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo, y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado"

Garcilaso de la Vega era inequívocamente su autor para él (la mayúscula del Amado solo era una falta de ortografía). Menuda juerga se montó, a partir de ese momento al compañero le bautizamos "EL DIVINO", heterónimo que utilizó para firmar algunos de sus escritos( actualmente es escritor)
Por San Juan y la Poesía.Un saludo afectuoso.
A de N.

Ubú dijo...

Sei que a día de hoxe san Juan de la Cruz é pouco coñecido pero non acepto que sexa un escritor minusvalorado.
É un autor recurrente en Juan Goytisolo, presencia constante para J. A. Valente, Ana Rossetti respira a súa influencia e un dos mellores poemarios de Luis Alberto de Cuenca titúlase, significativamente, "POR FUERTES Y FRONTERAS".
Polo que toca a se hai versos máis fermosos, "mejor será non meneallo".Pero iso si, ó César o que é do César:

Ella En mi lecho, por las noches,
busco
al amor de mi vida;
lo busco sin hallarlo.

Me levanto y recorro la ciudad
por calles y plazas,
buscando
al amor de mi vida;
lo busco sin hallarlo.

Me encuentran los guardias
que patrullan la ciudad:
"¿habéis visto al amor de mi vida?"
(...)
Yo os conjuro, mujeres de Jerusalén:
si encontráis a mi amor,
¿sabréis qué decirle?
Que estoy enferma de amor.
(...)
Como manzano entre los árboles del bosque,
así es mi amor entre los hombres;
cuánto deseo recostarme a su sombra,
y qué dulce es su fruto a mi paladar.

Me llevó a la casa del vino
y me cubrió con su enseña de amor;

reanimadme con pasas,
reconfortadme con manzanas,
que estoy enferma de amor.

Su brazo izquierdo bajo mi cabeza,
con el derecho me abraza.

Él Yo os conjuro, mujeres de Jerusalén, por las ciervas,
por las gacelas del campo:
no despertéis,
no desveléis al amor
hasta que lo desee.


E para autor descoñecido este Ben Farach de Jaén (¿?-976):

CASTIDAD

Aunque estaba pronta a entregarse, me abstuve de ella, y no obedecí la tentación que me ofrecía Satán.

Apareció sin velo en la noche, y las tinieblas nocturnas, iluminadas por su rostro, también levantaron aquella vez sus velos.

No había mirada suya en la que no hubiera incentivos que revolucionaban los corazones.

Mas di fuerzas al precepto divino que condena la lujuria sobre las arrancadas caprichosas del corcel de mi pasión, para que mi instinto no se rebelase contra la castidad.

Y así pasé con ella la noche como el pequeño camello sediento al que el bozal impide mamar.

Tal, un vergel, donde para uno como yo no hay otro provecho que el ver y el oler.

Que no soy yo como las bestias abandonadas que toman los jardines como pasto.

Anonymous dijo...

Ubú, totalmente de acuerdo.He aquí un poema de Valente como homenaje a San Juan de la Cruz:
"El desvelado"

como el ciervo huiste...

Como un venado en el temblor del aire,
como un ciervo de nieve y transparencia
-álamos tenues, río de la hondanada-
la luz huida y sola en la colina,
saetera sagaz desde la cumbre,
asediada de amor, inalcanzable.

¿Dónde tu rostro, el aire
seguro de tu vuelo,
la heridora presencia, el dardo puro,
el límite del día, oh tiempo mío,
que llagado de ti me contamina?

Busqué en la tarde y tuve tarde sólo,
busqué en la piedra encenagada y honda
y tuve piedra sólo,
busqué en el agua transitoria y leve
y tuve olvido, espejo sin memoria,
tiempo y eternidad, el agua sólo.
¿Dónde el amor, su llama, dónde, dónde? (...)
Con afecto A. de N.

Anonymous dijo...

De Prometeo nos hablan cuatro leyendas:

Según la primera, lo amarraron al Cáucaso por haber dado a conocer a los hombres los secretos divinos, y los dioses enviaron numerosas águilas a devorar su hígado, en continua renovación.

De acuerdo con la segunda, Prometeo, deshecho por el dolor que le producían los picos desgarradores, se fue empotrando en la roca hasta llegar a fundirse con ella.

Conforme a la tercera, su traición pasó al olvido con el correr de los siglos. Los dioses lo olvidaron, las águilas, lo olvidaron, él mismo se olvidó.

Con arreglo a la cuarta, todos se aburrieron de esa historia absurda. Se aburrieron los dioses, se aburrieron las águilas y la herida se cerró de tedio.

Solo permaneció el inexplicable peñasco.

La leyenda pretende descifrar lo indescifrable.

Como surgida de una verdad, tiene que remontarse a lo indescifrable.

PROMETEO,de F. Kafka

Flush ( el amado perro de Virginia Woolf)

Ubú dijo...

Resulta que la señora Duffy - que estuvo a punto de ser nombrada "poeta laureada" a la muerte de Ted Hughes en 1.999 - ha visto censurado su poema Education for Leisure en el currículo del más importante examen de enseñanza secundaria del Reino Unido. ¿El motivo? Que su primer cuarteto comienza de modo que podría "glorificar los delitos de arma blanca", que tanto se han incrementado en los últimos años entre los jóvenes.(...)Como estas "correcciones" estúpidas se globalizan fácilmente, no me extrañaría que, entre nosotros, algún esforzado responsable de educación pusiera pegas al Romancero Gitano - publicado hace 80 años por la Revista de Occidente - a cuenta de que incita a cargarse a guardias civiles. Claro que quizás eso mismo pensarían, entre otras cosas, los que apiolaron a Lorca. Menos mal que aquí y ahora cada vez se estudia menos literatura.

Manuel Rodríguez Rivero. SILLÓN DE OREJAS en Babelia 13.09.08

Anonymous dijo...

A Ubú:
¿POR QUÉ LA LITERATURA?

Quisiera formular algunas razones contra la idea de la literatura como un pasatiempo de lujo, y a favor de considerarla, además de uno de los más enriquecedores quehaceres del espíritu , una actividad irreemplazable para la formación del ciudadano en una sociedad moderna y democrática, de individuos libres, y que, por lo mismo, debería inculcarse en las familias desde la infancia y formar parte de todos los programas de educación como una disciplina básica.(...)
Vivimos en una era de especialización del conocimiento, debido al prodigioso desarrollo de la ciencia y la técnica(...). La especialización trae, sin duda, grandes beneficios, pues permite profundizar en la exploración y experimentación, y es el motor del progreso. Pero tiene también una consecuencia negativa: va eliminando esos denominadores comunes de la cultura gracias a los cuales los hombres y las mujeres pueden coexistir, comunicarse y sentirse de alguna manera solidarios. La especialización conduce a la incomunicación social, al cuarteamiento del conjunto de seres humanos en asentamientos guetos culturales de técnicos y especialistas(...)
Los lectores de Cervantes o de Shakespeare, de Dante o de Tolstoi, nos entendemos y nos sentimos miembros de la misma especie porque, en las obras que ellos crearon, aprendimos aquello que compartimos como seres humanos, lo que permanece en todos nosotros por debajo del amplio abanico de diferencias que nos separan.
(...) Leer buena literatura es divertirse, sí; pero, también, aprender, de esa manera directa e intensa que es la de la experiencia vivida a través de las ficciones, qué y cómo somos, en nuestra integridad humana, con nuestros actos y sueños y fantasmas (...). Ese conocimiento totalizador y en vivo del ser humano, hoy, solo se encuentra en la literatura.

Mario Vargas Llosa, "La verdad de las mentiras", Punto de lectura.

De A. de N.

Ubú dijo...

LIBRO I
1. Del mismo modo que los atletas y quienes se dedican a la preparación de sus cuerpos no sólo prestan atención a la buena disposición física y a los ejercicios de gimnasia, sino también al reposo conveniente en el momento oportuno-pues consideran que ésa es la parte más importante de su entrenamiento-, así también pienso que a quienes tienen preocupaciones intelectuales les conviene, después de la lectura de las obras más serias, relajar su entendimiento y disponerlo más suelto y vivaz para el esfuerzo posterior.
2. Y les resultaría un descanso si combinaran con esas lecturas suyas aquellas que no sólo les procuraran una diversión refinada y graciosa, sino que también les ofrecieran una cierta perspectiva bastante inspirada, tal cual sospecho que advertirán en estos escritos míos.(...)

RELATOS VERÍDICOS. Luciano de Samósata.

Anonymous dijo...

Después de inquietarme con Shanti Andía, observar las estrellas del capitán Chimista, compartir las aventuras de Zalacaín, los inventos de Silvestre Paradox, leer cuatro tomos de las memorias de Aviraneta y sumergirme en La busca de la gente pobre madrileña creía conocer a don Pío Baroja. Lo tenía como un prolífico y ameno escritor de la categoría de don Benito Pérez Galdós, don Juan Valera o don Ramón Sénder. Me equivocaba rotundamente. Acabo de leer “El árbol de la ciencia”: hace muchos años que no examinaba una novela tan nefasta. Se trata de un libro engañoso porque las especulaciones científicas (desde la primera a la última página no hay ciencia alguna) del autor están tan alejadas de la realidad científica actual como puede estarlo la ciencia de Aristóteles o la ideología de San Agustín de Hipona: el determinismo biológico se ha demostrado que es rotundamente falso y sabemos que el darwinismo social es propaganda. Y en cuanto a la filosofía política que defiende; en mi opinión, tiene muchas similitudes –demasiadas- con el Mein Kampf (de Adolf Hitler): prejuicios antisemitas (otro nombre del racismo), defensa de la violencia para resolver los problemas sociales (que hoy llamaríamos terrorismo) tal y como propugnaban los nazis y, para los cobardes, práctica de un hedonismo absolutamente insolidario. El protagonista asume la filosofía de Nietzsche (el ideal del superhombre, la moral de los esclavos), como hicieron Hitler y Stalin. En resumen, se trata de una novela que yo no recomendaría, excepto al estudioso de la historia de la literatura que quiera conocer muchas de las ideas que condujeron al Holocausto y al Gulag. Humildemente sostengo que es un error aconsejar la lectura de esta obra a jóvenes en formación, excepto que se persiga deformarles intelectualmente. Y, por si fuera poco, la prosa de la novela es absolutamente vulgar.

Saludos afectuosos de Epi

Por supuesto me doy cuenta que emito unas opiniones muy personales y criticables; ¿acaso no es la literatura no es una ficción abierta? (Me encanta que se aplique al arte las teorías de Popper...)

Ubú dijo...

Non serei eu quen defenda a don Pío, nin o antisemitismo e a misoxinia de Quevedo, nin a concepción constrictiva da muller de Frei Luis de León, nin siquera o integrismo católico de don Pedro Calderón de la Barca...

Dito isto e ó calor da diatriba contra Baroja cito este artigo seu, co propósito ben inocente de meter cizaña, no que arremete contra os científicos.

"Es evidente que las instituciones que tienden a favorecer el progreso material y moral, lo que se llama civilización y cultura, se han ido creando exclusivamente para el hombre, y no pueden tener otro objeto ni otra finalidad más que él, pero ha llegado un momento en que esas instituciones, sobre todo las científicas, han refluído, se han alejado del punto de vista humano y se han hecho, como diría un filósofo, completamente inmanentes.
(...)Cada rama de la ciencia ha considerado que su fin está en sí misma. No ha tenido en cuenta si sus frutos son dulces o amargos. Ha pensado que son lo que deben ser. Así todas las ciencias van siguiendo su ciclo llevadas por su determinismo y cada día se desentienden más de las condiciones y de los problemas de la vida humana.
Las teorías físico-químicas, las astronómicas, las biológicas, se apartan de tal modo de lo próximo al hombre que de ellas no se puede sacar nada utilizable para mitigar nuestros apuros y nuestras dificultades. El hombre no interesa a la ciencia.
(...)Evidentemente, la ciencia maravilla. No conforta, no abriga, puede tener frutos amargos y desabridos, pero deja absorto y seducido.
(...)El saber,desde hace mucho tiempo, no es, para el que se prepara a ser un científico, un fin, sino un medio, un medio de prosperar y de llegar.
El estudiante aplicado y trabajador tiende a devorar cuanto se le presenta, a apoderarse de todas las materias científicas. Busca más el conocer los hechos que el penetrarse de ellos y darles una interpretación personal. Como explicación le basta por el momento la teoría que esté más en boga. En conjunto, lo que necesita el estudioso desde un puto de vista práctico es amontonar datos y teorías en la memoria para destacarse en un certamen y obtener una plaza que la permita vivir."

LA CULTURA Y LA VIDA. Pío Baroja

Ubú saúda con grande afecto a Epi científico.

Anonymous dijo...

No conozco una defensa tan bien argumentada y tan rotunda de la ciencia como la que hizo don Gonzalo Torrente Ballester en su discurso de recibimiento del Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1982).

“Sucedía en el siglo XVIII que ciertas personas ilustres se habían aficionado a la investigación, y pusieron las bases de nuestra ciencia moderna; pero también sucedió que, apenas iniciada, esa tradición se interrumpió, y ya dije por qué causa, pues el fracaso de las artes navales no fue más que un aspecto de un fracaso general. La sociedad española, para justificarse, se encaramó en una supuesta superioridad moral, y así surgió la penosa, la incomprensible frase de "Que inventen ellos". El que la profirió, grande fue su talento, no comprendía que, desde aquel momento, el futuro pertenecía a quienes inventaban, y el que no inventaba tenía cerradas las puertas de la esperanza. La sociedad española no ha salido apenas de su error, porque persiste en su antigua soberbia, que hoy enmascara impotencia, egoísmo, pereza... Hay quien piensa, sí, que inventar es necesario, pero les resulta más cómodo y, sobre todo, más barato, comprar lo que inventan otros, precisamente los "ellos" de la frase. Sería necesario que comprendiesen, que lo comprendiésemos todos, que quien tal hace ejercita un modo, disimulado, de desamor a la patria; en el fondo, de desprecio. Quizá presuman de patriotas, pero no lo son. A nuestro país le urge, ante todo, investigar. Necesitamos, como individuos y como pueblo, correr la enorme, la inabarcable aventura de la ciencia, correrla con los demás hombres del mundo; mezclados, sí, al pelotón, pero con nuestra propia bandera. Empezamos a conocer la realidad, apenas si hemos alzado ya una punta del secreto que la oculta: escudriñarla hasta el fondo, si un fondo hay, es la más importante tarea de los hombres de hoy y del futuro, si es que la locura de unos cuantos permite que ese futuro sea alguna vez presente luminoso. Pero, al mismo tiempo, conviene inventar máquinas. El conocimiento de la realidad nos alza sobre la calidad mostrenca, común a "los humanos", pero la invención nos permite vivir y vivir mejor. Y quiero señalar a todos los presentes la curiosa circunstancia de que los pueblos de grandes inventores son al mismo tiempo de grandes novelistas, porque el inventor de ficciones y el de artilugios ponen en juego la imaginación. Y esto me lleva a recabar de los poderes públicos un tipo de educación más imaginativa, no que castre, sino que fertilice y favorezca las facultades creadoras. Hay que contar a los niños cuentos de hadas para que, de mayores, puedan hacer innecesaria la importación de patentes…”

“Ambición e imaginación, no conformidad; imbuir en la sociedad esa idea de que sólo se es de veras libre en la medida en que la dependencia es interdependencia, cuando tomamos tanto como damos, ni un gramo más…”

“Yo pienso que esa enorme empresa de promover la ciencia y la técnica corresponde a la sociedad en su conjunto, en colaboración con el Estado y a veces al margen de él. Al Estado le corresponde, compete sobre todo, favorecer, promover y en su caso defender. Al que aduzca nuestra pobreza, hay que responderle con la estadística asombrosa de los gastos inútiles, del despilfarro de la sociedad española en actos que, todo lo más, redundan en el fomento de la estupidez colectiva. Con la mitad de lo que la sociedad española derrocha, tendríamos las bases económicas suficientes para crear, en muy pocas generaciones, una ciencia y una técnica españolas a la altura de los tiempos. No es que proponga un esfuerzo del que vayamos a enorgullecernos: es que, de que dispongamos o no de investigación y técnica propias, depende nuestro futuro como pueblo libre y con la identidad bien clara.”

Con afecto Epi

(Lamento que la cita resulte demasiado extensa: reconozco mi incapacidad para resumirla más)

Ubú dijo...

Gonzalo Torrente Ballester, que estivo baixo o dedo acusador polas súas veleidades falanxistas de primeira hora, foza na ferida:

"(...) Sería, pienso yo, cada respuesta un trozo de biografía: la explicación de cómo, cuándo y por qué don Fulano de Tal decidió permanecer en la ideología de origen o elegir la que no lo era.¿Cómo vamos a equiparar las razones de Ezra Pound, norteamericano nacido en una sociedad democrática, con las de Montherlant, aristócrata de nacimiento? Montherlant fue de los que permanecieron; Pound, de los que se pasaron al otro lado. ¿Se puede equiparar el caso de Borges con el de Céline?¿O el de Nabokof con el de Génet?(...)
La visión incorrecta de lo real caracteriza al conformismo, y resulta que algunos grandes escritores han sido conformistas.
(...) La actitud crítica puede ejercerse, mal que nos pese, desde un lado y desde otro, porque lo único que exige esta actitud crítica es precisamente el no estar conforme con la marcha de las cosas. Lo único que varía, lo que distingue a la posición derechista de la izquierda, es el "modelo ideal" con el que comparamos la realidad. Es evidente que el de Céline no coincide, pongo por caso, con el de los escritores inconformistas rusos: el modelo que éstos usan como término de referencia es la sociedad ideal intentada por la revolución-por todas las revoluciones-. Yo no los conozco bien, pero,¿hay alguno que haya hecho de su sociedad un retrato más amargo, real y certero que el de Céline? Lo dudo.Estoy persuadido de que si Céline (o Maurice Sachs)hubiera sido una persona decente y no un miserable, su visión no habría sido tan radical, tan implacable y tan cierta. A veces, la maldad personal ayuda a ver las cosas como son, ¿quién lo duda? Difícilmente un hombre malo es idealista.
No nos hagamos preguntas de ese orden, por muy avaladas que vengan por citas de George Steiner, porque, al hacerlo, nos ponemos a la altura de esos señores de derechas que se preguntan cómo pueden ser grandes poetas Neruda o Alberti, "ya que son comunistas".

No que fai a ciencia, Torrente tamén di isto: "(...) la escasa afición de los españoles al ejercicio serio del pensamiento, de la investigación, de la ciencia, se debe a su falta de imaginación. No hay más que ver nuestra literatura para darse cuenta de lo escasos que andamos de ella. Y sin ella, ni pueden escribirse grandes novelas, ni inventarse teoremas, ni avanzar en la técnica.¡Qué ingenuidad la de estos reformadores de la enseñanza, que piensan que promoviendo el predominio de las ciencias en los programas escolares van a salir a porrillo generaciones de inventores! En mi pueblo, todo el mundo sabía matemáticas, y no sé de nadie que haya inventado nada valioso. Las sabían de manera solemne y ensalzante, y de lo que más les sirvieron fue de base para entrar en un cuerpo del Estado, que es, no lo olvidemos, la aspiración de la mayor parte de los españoles.¡La imaginación no nos da para más!"

Non importa a extensión se a cita é proveitosa.Saúdos sinceros.

Anonymous dijo...

Querido amigo:

Leí Neruda y recordé

"Puedo escribir los versos más tristes esta noche...
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos."

Te aseguro que casi siempre prefiero ignorar la vida de un autor; únicamente su obra me hace soñar o meditar. Las conductas de los humanos, -y de los artistas también-, suelen ser bastante mezquinas. Opino, tal vez aventuradamente, que si un autor tiene talento (y a muy pocos se lo concedo), la musa trasciende sus intenciones y consigue hablarnos al corazón, aunque el artista no lo pretenda.
Una muestra:
Sabes que Valle-Inclán admiraba a los carlistas; pero es tanta la fuerza de su talento que en su trilogía de la guerra carlista aparece una crítica feroz del cura de Santa Cruz, entiendo que sin querer.

Saludos afectuosos de Epi

Rectifico o matizo: la diatriba no iba dirigida a don Pío, sino a la novela que escribió; que es asunto muy diferente, aunque Azorín no opine lo mismo.

Ubú dijo...

Se ben lembro foi Dióxenes quen dixo aquilo de "canto máis coñezo ós homes, máis quero ó meu can", e ¡cantas veces non está un tentado de darlle a razón!... así que imos quedar coa poesía.
E en obrigada correspondencia convoco a Alberti cun poemiña estelar:
Te imaginé de niña, bogando en los espacios,
cándida y pura,
Altair todavía sin el alto esplendor
de más tarde en la noche callada de los cielos.
Luego bajaste, descubierta estrella de mis ojos perdidos,
cayendo sobre mí, fuego de amor,
moradora en mi sangre desde entonces.

Un saúdo.

Anonymous dijo...

"...Todo artista, está en la realidad como hombre que es, pero lo que le distingue y especifica es precisamente el modo. Y aquí sería conveniente establecer alguna comparación para que de ella resalte precisamente la diferencia: también el investigador y el filósofo están en la realidad de un modo "sui generis" que caracteriza sus actividades y las distingue. El científico, ante la realidad, busca averiguar lo que es, cómo está construida, cuáles son las leyes que la rigen, en tanto que el filósofo lo que intenta es dar sentido al saber, establecer entre las diversas clases de conocimientos una coherencia, una relación, o declarar a veces, desoladoramente, que no la encuentra, o, al menos, que no la percibe. El artista, con independencia de que conozca lo real y de que le halle o no el sentido, lo siente, en un proceso que va desde la mera sensación hasta el delicado sentimiento. El artista puede parecer impávido, pero esto es sólo una apariencia. Su corazón, secreta o visiblemente, participa en la operación de estar ante lo real y de dar cuenta de él, cada cual con sus medios, plásticos, musicales o literarios. Y la particularidad de esta actividad es que no se ejerce independientemente como actividad autónoma de una facultad del alma, sino que lleva consigo, sino que arrastra e involucra la de la persona entera, la participación del hombre total.(...)El escritor vive en la realidad inevitablemente, pero, además, como materia prima de su arte, sólo cuenta con ella, con lo que de ella pueda obtener o recibir; a la relación del hombre con lo real llamamos experiencia. La experiencia del artista tiene sus particularidades. Lo mismo la del escritor. Pero de la experiencia de lo real, el escritor no puede limitarse a tomar materiales, a reformarlos, a darles otro orden, otra estructura, sino que, además, inquiere su sentido. Hay quien, pues, ante la realidad así conocida y experimentada adopta una actitud radical que, al expresarse poéticamente, aproxima la poesía, en tanto respuesta a la experiencia, en tanto nutrida de ella, a esta otra respuesta ya mencionada, la que declara el sentido de lo que existe o reconoce su carencia: por otros caminos, pero hacia las mismas metas. Yo pertenezco a una generación de escritores a la que preocupó sobre todo hallar ese sentido...Pienso que en el orden del tiempo, el primero que se hizo esa pregunta y le dio una respuesta no filosófica, sino poética, fue Miguel de Cervantes. En el hallazgo de la pregunta y en la formulación de la respuesta influyó decisivamente su particular peripecia humana, además de su talento de artista. A Miguel de Cervantes le decepcionó la historia de su tiempo, la misma que le había entusiasmado.Miguel de Cervantes , pecador insigne, para poder perdonarse a sí mismo, tuvo primero que perdonar a los demás: un general, universal perdón. Y, al hacerlo, sonrió. En este cruce de experiencias y sentimientos reside, creo yo, la clave de su visión del mundo: que no es radical, que no es dogmática, sino relativa y ambigua; al no atreverse a juzgar lo bueno y lo malo ( cosa, por otra parte, de Dios) deja que sus figuras transcurran llevadas por su propio impulso, al margen de lo bueno y lo malo. Las visiones posteriores de la realidad como carente de sentido, como absurda, clavan sus raíces secretas en la sonrisa de Cervantes, cuya experiencia le enseñó a no tomar nada demasiado en serio, sobre todo lo que era necesario para sus contemporáneos(...) Hubo, hay todavía, quien se empeña en hacer de Cervantes un moralista. Adviértase que el moralista premia o castiga artísticamente a sus criaturas, hace de ellas modelos, caricaturas y monstruos: las acerca o las repele, según el juicio moral que les merezcan, les aplica el escalpelo de la sátira, cuando no de la condenación expresa. La sátira de Cervantes no pasa de pretexto para que se conceda a su visión desencantada y benévola del mundo un pase de libre circulación(...) No, no hay que tomar en serio las pretendidas moralizaciones de Cervantes. El moralista ríe a carcajadas, o se indigna: cuanto más estentóreas, mejor. La moral es siempre tajante, inevitablemente dogmática, y, por supuesto, incompatible con la sonrisa y con el "deje usted las cosas como están, ya que cambiarán solas", que es, al fin y al cabo, lo que viene a decirnos Cervantes.Pero semejante afirmación no la aceptan los que quieren forzar al mundo en su cambio, los apresurados, los impacientes. Por eso todos éstos rechazan a Cervantes, aunque se queden con un Don Quijote convencional, supuestamente idealista y efectivamente loco. Ese Quijote que sólo se encuentra cuando se le va a buscar así. Pero el que inventó Cervantes también lleva la sonrisa escondida tras el yelmo, y, lo mismo que su autor, sabe jugar.
La complejidad de la vida sólo el hombre complejo puede adivinarla, y Cervantes lo era. Poseyó como nadie el don de expresar verbalmente su mundo, y fue el primero en comprender que una novela es ante todo un mundo cerrado que se basta a sí mismo. Eso es el Quijote, su obra maestra,y, en serlo, en mostrárnoslo, consiste el mensaje ejemplar de su autor, el que persiste a través de los siglos y hace de él un honbre próximo y amado como el mayor y el mejor de nuestros contemporáneos..."

DISCURSO DE TORRENTE BALLESTER EN LA ENTREGA DEL PREMIO CERVANTES 1985

He aquí estas palabras de una personalidad rica y compleja, de un gran escritor y magnífico profesor que intentó comunicar a muchas generaciones " el arte de la lengua y el secreto de la literatura".
Afectuosamente, A de N.

Ubú dijo...

"(...) El gran humanista, filósofo y escritor mexicano José Vasconcelos sentía preferencia por los libros que leía andando. A mí, que vivo en Madrid y que utilizo el metro con frecuencia, me reconfortan esos viajeros de metro que abren su libro, se sostienen como pueden, se desentienden de vaivenes y empujones y se sumergen en ese otro ámbito que el libro les proporciona. Pero van a ser asaltados. Los artilugios audiovisuales ya han llegado a los trenes, a los autobuses. Y no todo el que es atracado tiene la suficiente presencia de ánimo para oponerse a la agresión. Se perpetra este atraco, con todo lo que ello supone para el espectador, ya no lector, incapaz de reacción ante lo que tan cómoda e instantáneamente se le ofrece. Ser lector, como dice Fernando Lázaro Carreter, "implica una capacidad de diálogo, de consentimiento y disentimiento ante lo escrito, que no suele poseer el consumidor pasivo de programas audiovisuales/.../ Hasta donde ello es posible el acto de leer constituye un ejercicio de libertad, al menos, en grado muy superior al de contemplar. Es más fácil el engaño a los ojos que al intelecto". Lázaro titulaba su artículo "Entre dos galaxias: cultura del libro y cultura audiovisual" y,naturalmente, insistía en la función lingüística de la lectura, que aumenta la competencia del lector, estimulando y enriqueciendo su expresión oral y su expresión escrita".

Gregorio Salvador. La lengua y el libro.

Anonymous dijo...

Como dice Magris:"Kafka sabía perfectamente que la literatura le alejaba del territorio de la muerte y le permitía comprender la vida, pero dejándole fuera. Igual que le permitía comprender la grandeza del padre judío, modelo de hombre, pero no le permitía serlo".
Precisamente porque la literatura nos permite comprender la vida, nos deja fuera de ella. Es duro, pero a veces es lo mejor que puede pasarnos. La lectura, la escritura buscan la vida, pero pueden perderla precisamente porque están enteramente concentradas en la vida y en su propia búsqueda.
Tal vez sea la melancolía de la tarde en la que estoy escribiendo esto, pero lo cierto es que estoy hablando de un nudo inextricable de bien y de mal, de luces y sombras inherentes a la lectura y a la literatura. Todo esto es duro, para qué engañarnos. Se trata de una dureza que, según Gombrowicz, la buena literatura posee como producto de un instinto de agudizar la vida espiritual. Hay días en que les recomendaría leer a mis peores enemigos.
Precisamente porque la literatura nos permite comprender la vida, nos habla de lo que puede ser pero también de lo que pudo haber sido. No hay nada a veces más alejado de la realidad que la literatura, que nos está recordando todo momento que la vida es así y el mundo ha sido organizado asá, pero podría ser de otra forma. No hay nada más subversivo que ella, que se ocupa de devolvernos a la verdadera vida al exponer lo que la vida real y la historia sofocan. Magris, por ejemplo, lo sabe muy bien, le interesa mucho lo que pudo haber sido si la Historia o la vida humana hubieran tomado otra dirección. A todos los que les interesa eso, les interesa leer. No es apostolado. Después de todo, hay días- como hoy- en que no les recomendaría leer ni a los topos de Pico, ni a mis peores enemigos.

EL MAL DE MONTANO, Enrique Vila- Matas

Ubú dijo...

Para contrarrestar tanta trascendencia
SOBRE LA LECTURA
Me parece nimia la severidad de aquellos padres, superiores o maestros que totalmente prohiben la lectura de mera diversión, aun la que de ningún modo es nociva, a los que tienen debajo de su mando. Ello es preciso conceder en todas edades alguna alegre libertad al ánimo fatigado para que sobre fuerzas. Una continua tarea las debilita, las apoca y las aniquila...
Siendo preciso mezclar a las ocupaciones serias uno que otro rato de diversión honesta que esparza el ánimo, ¿cuál mejor que la plácida lectura de algunos escritos amenos? La caza no es para todos. No a todos es permitido el paseo por sitios deliciosos, sobre que muchos países carecen de toda amenidad. El juego tiene sus riesgos. La música, sólo los príncipes o grandes señores la logran siempre que gustan de ella. La agradable conversación a muchos falta. Libros divertidos, en todas o casi todas partes los hay, y con variedad suficiente para no padecer el fastidio que puede ocasionar la repetida lectura de los de la misma especie, pues aunque no los tenga propios el que necesita esa diversión es fácil lograrlos prestados de un amigo o de un vecino del mismo pueblo...

Padre Feijóo. C. XVIII.

Ubú dijo...

A literatura non ten por qué gustarlle a todo o mundo, é algo que en principio só lle interesa a unha minoría(...) O que ten que facer o profesor é algo que se fai moi poucas veces: capacitar ó alumno para ler, facer que os rapaces gocen lendo; e se co seu traballo, o mestre consegue que todos se afeccionen á lectura, despois cadaquén xa lerá o que máis lle apeteza.
Carlos Casares.

Ubú dijo...

"Leer es un acto de rebeldía, subversivo. El poder no quiere que pensemos y los libros sirven para pensar, nos educan en la conciencia de ser racionales y nos permiten zonas de pensamientos libres. Aún los gobiernos más democráticos prefieren un pueblo que no haga demasiadas preguntas. (...)El problema es que la conciencia de lector no se puede inculcar, se puede aprender pero no se puede enseñar. Depende de las circunstancias que rodean a la persona y del peso que la sociedad da al acto de leer, que es una actividad lenta, difícil, donde el placer se adquiere a medida que uno va desentrañando el texto, cuando lo que le dice la sociedad es que lo bueno es lo rápido, lo breve, lo fácil, lo que se consume hoy y se desecha mañana, que es todo lo contrario a la lectura.
(...) La persona que no lee acaba siendo menos pensadora, menos confiada en su propia inteligencia." Alberto MANGUEL.

Ubú dijo...

(...)
"La literatura no se aprende, se sabe, y como todo lo que se sabe, primero se sabe y después se aprende. Porque este "saber" es un "sabor" (como leemos en las "Etimologías" de San Isidoro de Sevilla). Esto es, que es un tomarle gusto a la vida. Y el gusto de la vida es el gusto del tiempo. Gustar el tiempo que vivimos es saberlo y saborearlo. La Literatura se aprende de ese modo vivo; se aprende o aprehende, partiendo vivamente de su sabor o sabrosa sabiduría propia; que es saber y sabor -repito- del tiempo vivo; de la vida temporal nuestra. Los que llamamos libros "inmortales" son los que están vivos en el tiempo y a los que el tiempo ha dado y sigue dando para nosotros, si los leemos gustosamente, sabrosamente, sabiamente, su vitalidad propia. EL QUIJOTE que leemos hoy no es el mismo que se leía en el siglo diez y siete y diez y ocho o diez y nueve... El tiempo le ha dado mucho más sabor y mucho más saber. Y así a todos los libros que decimos "inmortales" porque tienen vida propia, como luz los astros; hasta que se apagan. También hay otros que solamente la tienen reflejada: y son los más.
La Literatura es leer y escribir de veras vivamente. Y escribir y leer es hablar; es lo que se habla, se imagina, se fabulea -de fabla o fábula-, se hace fabulosa; se vuelve lenguaje verdadero y vivo: en una palabra, poesía, creación. Por eso hay que leer y releer para recrear -y recrearnos- con lo creado. Y escribir, como leer, es hablar; y hablar es decir; y decir es pensar; y pensar es sentir; y sentir es sentirse vivo... Que "lo peor que le puede suceder a un hombre", escribió, dijo, ("dejó dicho" -como dice Unamuno-) el Infante Don Juan Manuel, el del PETRONIO; ya en el siglo XIV; "es no se sentir".

José Bergamín. QUÉ ES LITERATURA.

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