30 de agosto de 2009

EL LABERINTO BORGES

Teseo y el Minotauro

"Frecuentemente sueño que estoy perdido en un laberinto que no siempre es el mismo..."


BORGES Y EL LABERINTO

Tradicional y uno de los símbolos del arte de todos los tiempos, el laberinto aparece en incontables textos de Borges, a tal punto que es tal vez el símbolo más comúnmente asociado con su obra. En la tradición, ya se sabe, es un palacio creado por el arquitecto Dédalo para encerrar y proteger al Minotauro. El laberinto es, de una manera contradictoria y complementaria a la vez, una fortaleza edificada para proteger al monstruo y una prisión para impedirle la salida. Lugar paradójico, fija simbólicamente un movimiento del exterior hacia el interior, de la forma a la contemplación, de la multiplicidad a la unidad, del espacio a la ausencia de espacio, del tiempo a la ausencia del tiempo. Representa también el movimiento contrario: de dentro hacia afuera, según una progresión simbólica. En el centro del laberinto, está el monstruo, o el dios ( pues la monstruosidad es algunas veces atributo divino, como lo demuestran las metamorfosis de la mitología griega). Pero también hay otra cosa en el centro: un secreto, una revelación, una epifanía. El laberinto se convierte, desde el punto de vista tradicional, en una imagen de un caos ordenado por la inteligencia humana, de un desorden aparente y voluntario, que tiene su propia clave. También representa, por extensión, la naturaleza en sus aspectos menos humanos ( un río interminable es un laberinto de agua, un bosque es un laberinto de vegetación) y, asimismo, sirve para representar algunas construcciones humanas ( una biblioteca es un laberinto, una gran ciudad lo es también). El mismo símbolo puede servir para evocar las realidades invisibles: el destino humano o la voluntad inescrutable de Dios, el misterio de la obra de arte.
Todas estas alusiones están naturalmente presentes en la obra de Borges. Emir Rodríguez Monegal.

Borges realza la impresión de fantasmagoría al relacionar los laberintos con las pesadillas y el caminar sonámbulo, presentando sueños reales de seres perdidos en su red o trasponiendo oníricamente la realidad a formas del laberinto: "Aquí mi historia se confunde y se pierde. Sé que perseguí al delator a través de negros corredores de pesadilla y de hondas escaleras de vértigo" (Ficciones).

El laberinto sin salida donde el hombre vaga extraviado acaba por convertirse en el doble símbolo del infinito y del caos. El sueño del tribuno Rufo en "El inmortal" dibuja con precisión angustiosa el camino hacia una meta que se divisa pero se sabe inalcanzable; la biblioteca de Babel es un monstruoso laberinto que alude también al infinito. Por sus corredores y galerías viajarán inútilmente los hombres en busca de justificación.

Ana María Barrenechea

El gran símbolo del laberinto recorre toda la obra borgiana ( "No habrá nunca una puerta. Estás adentro /Y el alcázar abarca el universo/Y no tiene ni anverso ni reverso/ Ni externo muro ni secreto centro...") sobre todo en la prosa narrativa (Ficciones, El Aleph...). Este símbolo, eje estructural de muchos de sus relatos, se relaciona con los del espejo y el infinito: "perderse en un espejo es efectivamente perderse en un laberinto, perderse en un laberinto de espejos es quedar atrapado en el infinito".

El laberinto como gran metáfora encierra múltiples significaciones: una específica imagen del universo, los rigores de la lógica, la relación razón-comprensión o lucidez- con la muerte ( a menudo simultáneas), el laberinto-cárcel... En el cuento "Tlön, Uqbar, Orbius Tertius", ambientado en un planeta imaginario, el idealismo es factible aunque al final resulta una broma de unos filósofos que transforman la realidad ; en "Funes el memorioso", el solitario y lúcido espectador de un mundo multiforme, instantáneo y casi intolerablemente preciso, no puede comprender a pesar de su implacable memoria. "La muerte y la brújula" se centra en un investigador, víctima de la trampa de la lógica planificada por su propio asesino en un laberinto tejido por la venganza y en "El jardín de los senderos que se bifurcan" un protagonista chino conoce la intención de su antepasado en el instante que debe matar a quien le ha revelado la clave.

El laberinto simboliza esencialmente el caos y el orden ( "La lotería de Babilonia" y "La biblioteca de Babel") :

"La Biblioteca es ilimitada y periódica. Si un eterno viajero la atravesara en cualquier dirección, comprobaría al cabo de los siglos que los mismos volúmenes se repiten en el mismo desorden ( que repetido, sería un orden: el Orden, mi soledad se alegra con esa elegante esperanza).

EL LABERINTO Y LOS LIBROS

Para Borges el libro es semejante al laberinto ("el único objeto del laberinto es llegar al centro, y el centro no significa nada, excepto la terminación del recorrido y la comprensión de un orden o esquema. En este sentido existe una analogía con el libro y también con la existencia humana: el final del camino es en realidad la muerte").

La Biblioteca de Babel consta de galerías simétricas con anaqueles en los que hay el mismo número de libros con líneas de la misma longitud e idéntico número de páginas. Aunque las letras de cada página sólo accidentalmente forman sentido, la simple existencia de los libros sugiere un sentido último: la búsqueda del absoluto que es un libro...

En el último poemario, Los conjurados (1985) se encuentra "El hilo de la fábula" (fechado en Cnossos):


Referencias bibliográficas:

En torno a Borges, Justo R. Molachino y Jorge Mejía Prieto.Hachette

Historia de la literatura hispanoamericana, Jean Franco. Ariel

6 Comentarios:

María José dijo...

"De los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones de su brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y de la imaginación". Borges.

Ubú dijo...

Quen fala é Dédalo, creador do labirinto de Creta.

"Agora ben, considerando que non hai cárcere que valga para quen dela quere fuxir, nin barreiras ou foxos que a astucia ou a resolución non poidan franquear, consideréi que, se desexaba retelo no labirinto, máis valía construilo non de modo que non poidera, non me malinterpretes, senón que non desexara saír del. Reunín con este propósito no lugar aquilo que podía satisfacer toda clase de apetitos. Os do Minotauro non son nin numerosos nin diversos; pero había que responder ós de todo aquel que se aventurara no labirinto. Era fundamental alienar a súa vontade ata aniquilala. (...) Co tempo observara que determinadas plantas, ó consumirse no lume, desprenden uns vapores seminarcóticos que me pareceron de excelente uso. (...) Os vapores non operan por igual en todo aquel que os inhala senón que cada ún, como consecuencia do caos que nace no seu cerebro, pérdese, se así me permites dicilo, no seu propio labirinto. (...) No meu caso, son construccións inmensas, a comunión do palacio e dos corredores, as escaleiras... nas que, ó igual que nas especulacións do meu fillo, todo conduce a un "impasse", a un misterioso "non máis aló".
E tamén:
" (...) únete a Ariadna mediante un fío, a figuración tanxible do deber. O fío permitirache, forzarate a regresar unda ela en canto te afastes. Non cedas ó impulso de rachalo, calisqueira sexan os encantos que che brinde o labirinto, a atracción do descoñecido, os pasos que dea o teu valor. Regresa a ela, ou esquéncete de todo, do mellor. O fío manterate xunguido ó pasado. Volta a el. Volta a ti. Pois nada procede da nada e é no pasado, no que es hoxe, onde se apoia o teu futuro."
André Gide. TESEO.

Anónimo dijo...

"...Una de las escuelas de Tlön llega a negar el tiempo, razona que el presente es indefinido, que el futuro no tiene realidad sino como esperanza presente, que el pasado no tiene realidad sino como recuerdo presente..." ( TLÓN, UQBAR, ORBIS TERTIUS)

EL JUEGO DE LOS ESPEJOS DEL TIEMPO : multiplicidad simultánea.
María José, un saludo a UBU

Ubú dijo...

"(...) Igualmente antigo é outro elemento do mito, o Labirinto, o arquetipo do cal pode ser exipcio, pero a importancia simbólica na lenda cretense é típicamente grega. Con respecto a isto, a todas as interpretacións modernas preferimos unha alusión de Platón, que no EUTIDEMO usa a expresión "botados dentro dun labirinto" a propósito dunha complexidade dialéctica e racional inextricable. O Labirinto é obra de Dédalo, un ateniense (...) Así que o Labirinto preséntase coma creación humana, do artista e do inventor, do home de coñecemento, do individuo apolíneo, pero ó servicio de Dionisos, do animal-deus. (...) A forma xeométrica do Labirinto, coa súa insondable complexidade, inventada por un xogo estraño e perverso do intelecto, alude a unha perdición, a un perigo mortal que axexa ó home, cando se arrisca a enfrontarse ó deus-animal.
(...) Pero, como arquetipo, como fenómeno primordial, o Labirinto non pode prefigurar outra cousa que o "logos", a razón. ¿Qué outra cousa, senón o "logos", é un producto do home, no que o home se perde, se arruína? O deus fixo construír o Labirinto para dobregar ó home, para devolvelo á animalidade: pero Teseo utilizará o Labirinto e o dominio sobre o Labirinto que lle ofrece a muller-deusa para vencer ó deus-animal. Todo iso pode expresarse nos términos de Schopenhauer: a razón está ó servicio da animalidade, da vontade de vivir; pero mediante a razón chégase ó coñecemento da dor e do camiño para vencer a dor, é dicir, a negación da vontade de vivir."

Giorgio Colli, no capítulo de A señora do labirinto en O NACEMENTO DA FILOSOFÍA.

Ubú dijo...

Ao fío de Ariadna.

HILO DE ARIADNA
(Función de Uno-Equis-Uno)

Hilo de Ariadna es el verso.
Trama o trampa, lo perfecto.

Al llegar al laberinto,
¡cuánta esperanza! ¡qué miedo!
Cuando salí, respiré
el gran cero-cielo abierto

Hilo de Ariadna es el verso.

El azul establecía
sus cálculos arbitrarios.
¡Alegría del mundo
felizmente no humano!

Hilo de Ariadna cortado.

Del laberinto salí
y al laberinto me vuelvo.
Cuna y tumba son descanso.
Sólo la luz es misterio.

Y mi trama o trampa, juego.

Gabriel Celaya. FUNCIÓN DE UNO, EQUIS, ENE.

Bob dijo...

El laberinto busca la confusión de los hombres. Y es por eso que se me figura como una casa ideal. Conocer tu laberinto como Asterión conocía el suyo, considerarlo tu casa, familiarizarte con su asombro interminable, convertirlo en una extensión de ti mismo, seas quien seas. Y que mientras tanto, el resto de las personas tan sólo encuentren caos en donde tú ves orden, calma, serenidad. Tu laberinto es tu casa y, tal vez, seas tú mismo.

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