25 de abril de 2009

"POÉTICA DE LOS ESCAPARATES", A. Muñoz Molina

"Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído." J.L.Borges



"... El encuentro con la literatura, su mezcla de azar y de búsqueda,su lenta paciencia, sus caminos sinuosos, se empobrecerán irreparablemente si desaparecen los libreros con vocación y las librerías, que ahora están más en peligro que los libros en sí. Para reconocerme de verdad como lector necesito el espejo ambiguo de sus escaparates".
Muñoz Molina



En "Poética de los escaparates ", artículo del escritor Antonio Muñoz Molina (Babelia, El País, 25/04/2009 ),se hace una defensa de las librerías independientes, herederas de aquellas viejas librerías, en donde el librero representa el amor a los libros. Ese amor que se refleja en la magia del escaparate cuya composición recrea su estética y preferencias. Uno así se siente impelido a entrar en esas casas del libro donde además de encontrar quizás lo que no estaba buscando, penetra en un microcosmos envolvente,un espacio de confluencia, de conocimiento e intercambio.

En estos tiempos de grandes cadenas comerciales en donde el libro es un mero producto consumista, es necesario defender las librerías y a sus libreros por su papel de transmisores de cultura.



11 Comentarios:

abueloscrisytoño dijo...

Es cierto que el escaparate de una librería tiene la magia de las letras el poder de animarte a adquirir un libro que puede ser un buen compañero y llegar a tener en tu poder 80 años, como los que encontré yo en casa de mis padres.
Si puedes pasa por mi blog, podrás verlos y darme tu opinión. Un saludo A.Cris

Anónimo dijo...

cuando puedas echa un vistazo a tu correo de la Xunta

Ubú dijo...

Preferiría non facelo...
pero toda esa ollada retrospectiva, chea de morriña, que lle bota ás vellas librerías Muñoz Molina, tamén Pérez Reverte, ¿non se voltou un tópico literario?¿un motivo recorrente e sobado?
Non dubido, en absoluto, das vivencias de Muñoz Molina, máis aínda, tamén eu practiquéi o voyeurismo escaparatista, pero esa representación do libreiro nobre, lido e confidente cómplice antóllaseme unha idealización.
Nunca souben de tal exemplar. Cando eu acudía a unha librería, o señor libreiro coñecía ós clásicos e pouco máis, sabía en cal estantería atopar o libro que buscaba, as recomendacións que facía eran as máis convencionais e o parrafeo non era moito. Mesmo os meus coñecementos de literatura e os meus intereses coma lector, sen presunción, estaban por riba dos do libreiro.
Neste punto, ei confesar que fun un neno provinciano, e de pobo, e se cadra non era ese terreo abonado para que floreceran os libreiros modélicos.
Agora ben, a soflama anterior non impide que coincida co autor na apreciación daqueles escaparates atraíntes, variopintos e libres, verdadeiras portas de acceso á imaxinación, que non teñen nadiña que ver con eses outros, clónicos e anodinos, submetidos á lei do best-seller e das editoriais potentes. Ademáis, no meu parecer, as capas dos volumes actuais, con excepcións, claro está, non teñen chispa, son estéticamente simples.
E, dende logo, hai que entrar nas librerías coa sana intención de non buscar nada para acadar aquel libro que estaba a esperar por un. Nos centros comerciais isto non é posible, sempre sabes o que hai.

Anónimo dijo...

Como se ha dicho que la perseverancia en la memoria es la incapacidad o la voluntad de no olvidar, creo que Muñoz Molina seguramente con antiguas imágenes en la retina, hace una defensa de la poética que hay en casi todos los aspectos de la vida. En este caso su mirada se centra en la antesala- escaparate de las librerías casi siempre un preludio de lo que nos podemos encontrar. Como "uno siempre se imagina viendo” porque “el hombre solo sueña para no dejar de ver", del mismo modo nuestro escritor- y gran escritor- partiendo de la nostalgia hace una crítica de la nueva concepción consumista del libro y su cometa: la librería y el librero. De esta "Tríada" el libro se convierte en lo más codiciado: un OBJETO sometido a modas vertiginosas y al dinero rápido; un libro , en general, de diseño nada atrayente "submetido á lei do bet-seller"...sin chispa, es decir "estéticamente simple", como certeramente dices. Esos libros depositados en librerías funcionales de anaqueles infinitos de difícil acceso y anónimos empleados de mirada ausente, proliferan tristemente frente a aquellas librerías del recuerdo en las que tenías que reptar para adivinar, percibir y desempolvar auténticas joyas escondidas. Si los libros yacen, aunque a veces se levanten en escorzos cuando son novedades en mesas- escaparates de los grandes almacenes , nos preguntamos qué será de los libreros y, en definitiva, de los viejos oficios. Pero como el oficio de escritor , el oficio de librero es difícil porque exige mucho más que dedicación y gusto . La verdad es que no conozco ahora a ningún librero superviviente del lento y destructivo naufragio en el que nos encontramos.
Inevitablemente y necesariamente- para no olvidar- se canta lo que se pierde y también es verdad que la idealización se proyecta en todos los "paraísos perdidos" de nuestra vida. Así, la mirada poética y lúcida de Muñoz Molina nos impulsa a meditar sobre esta especie de ramplonería y anonimato general que nos envuelve y elige la librería , pensando probablemente en la biblioteca con su librero- bibliotecario, en esa especie de microcosmos con una ventana hacia el mundo exterior: el escaparate dispuesto con un orden vital y no geométrico seguido por el librero como un “hacedor”.
Recreemos pues el mundo de lo tópicos literarios, siempre renovados y por eso eternos, y persigamos la pasión por el conocimiento y la belleza...en este mundo apresado en las nuevos paraísos-cavernas.

Anónimo dijo...

El anónimo es María José que aún no conoce los secretos de esta "ventana" de "seleccionar perfil". Me identifico para felicitar a una persona que conozco y aprecio , que participa en el blog y es parte esencial ,tras un "escaparate " también lúcido y poético: UBU
Un fuerte abrazo.

Ubú dijo...

Padre Ubú, en contra da súa idiosincrasia, agradece as públicas loubanzas da anónima María José que non precisaba identificarse, "te conozco, bacalao/aunque vengas disfrazao".
As miñas anárquicas intromisións teñen como finalidade derradeira desfrutar aprendendo, compartindo e incordiando de cando en vez. Se facemos amigos, mellor que mellor.
Padre Ubú tamén te quere.

Anónimo dijo...

Cómo no, PADRE UBU, NO ESPERABA MENOS. Tus "heterodoxía" o "anárquicas intromisións" sin acidez se agradecen.
Un bacalao que perdió una chancleta.

Anónimo dijo...

y una " S" volandera que ha huido al Callejón del Gato. Un abrazo
La chancleta del bacalao

Anónimo dijo...

¿Habéis navegado alguna vez en un velero a lo largo de la costa, movidos por una suave brisa que susurra en las velas, y viendo a poca distancia cómo van apareciendo y quedando atrás los detalles del litoral? Estáis viendo una playa con un círculo de casitas, blancas y rojas, al pie de un monte, pero dobláis un promontorio y el mundo cambia: es ahora un alto acantilado a pico sobre el mar con orilla de espumas embravecidas. Y más allá es un puerto, grúas alargadas al cielo, inmensos buques cargando... La vida se desliza ante nosotros.
Pues bien, ésa misma experiencia, pero mucho más rica, más llena de sorpresas, la vivo yo en las grandes librerías. Entro en una y me rodean los muros tapizados de estanterías llenas de libros y, aunque ellos no se mueven, mi lento paso va dejando atrás el universo de las matemáticas y el de la zoología, mientras se me ofrecen, en generosa variedad, los estantes de novelas extranjeras, títulos algunos que conozco, otros tan prometedores y sugestivos que me gustaría desembarcar en ellos, incluso al pasar acaricio un volumen, lo abro al azar, casi voy a caer... ¡pero es tan largo mi viaje, hay tantos horizontes alrededor que continúo! Ahora navego con cuidado, he de sortear islotes que se alzan en mi mar: mesas cubiertas de libros con portadas, fotos de autores, diseños atrayentes... No puedo remediarlo, cargo un libro en mi esquife y sigo, pues ahí veo relatos de viajes, fotos exóticas, mapas reveladores, cargo con otro: un bello recorrido por el Afganistán, sus montañas nevadas al fondo, sus caravanas en el desierto, las más preciosas sedas sobre el áspero lomo de camellos ¡me quedo con él, me quedo con él! Así podré viajar cuando quiera a donde nunca podría ir sin este libro, porque unos salvajes ya han destruido sus bellezas...
Esa navegación en la librería, en mi carabela de los descubrimientos, y esa conquista fácil de otros mundos, de otras vidas, que nunca conocería sin el libro es la fuerza, la magia, la salvadora vivencia de la lectura. Desde que, en mi infancia, Salgari me llevó a vivir entre los bucaneros del Caribe, hasta ahora en que puedo asomarme a las mitocondrias y su discutido misterio en las células, mientras yo no pierda los ojos ni la razón, la lectura llenará mis deseos, provocará otros y me descubrirá lo que no sospecho dando a mi limitada vida física perspectivas innumerables.
¡Desdichados los que se privan de estas navegaciones insustituibles, indispensables, enriquecedoras! ¡Abramos sus ojos a la lectura!

NAVEGANDO ENTRE LIBROS, José Luis Sampedro

Ubú dijo...

En la novela intelectual nunca he creído. Yo soy de los que dicen "siento luego existo".
José Luis Sampedro

Ubú dijo...

"A casa editorial, ou, por mellor dicir, a fábrica deses libros, que máis tarde habían ser célebres, e aínda gloriosos, baixo o título de "Escritos populares", "Libros populares", atopábase no mesmo Francfort. Estaban impresos, a causa da súa grande venda, en caracteres estereotipados, no máis abominable papel de estraza, e resultaban case ilexibles. Os rapaces tiñamos a fortuna de topar tódolos días aqueles preciosos restos da Idade Media á porta dun libreiro de vello, e mercabámolos por uns poucos "kreutzer". Eulenspiegel, os Catro Nenos Aymon, a fermosa Melusina, o emperador Octaviano, Fortunato e toda a súa escola incluíndo ó Xudeu Errante, achábanse á nosa disposición ... E coa vantaxe de que podiamos adquirir pronto outro exemplar e estragalo de novo." Goethe.

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